En sus tres primeras semanas como entrenador del Tenerife, Joseba Etxeberria no se ha ocupado solo de supervisar las sesiones de trabajo diarias y analizar a los rivales. También ha ido modificando la rutina de la plantilla, introduciendo nuevos hábitos con el propósito de "mejorar la calidad" competitiva de los futbolistas.

Por ejemplo, optó por retrasar los horarios de los ensayos generales de los encuentros en casa. En lugar la cotidiana franja matinal, prefirió programar las prácticas por la tarde y utilizar las mismas instalaciones de los partidos, el Rodríguez López, y no El Mundialito o la Ciudad Deportiva.

Estrenó esta variación en la víspera del Tenerife-Córdoba y volverá a hacerlo hoy. "Me gusta que el cuerpo del deportista se vaya acostumbrando a hacer la digestión y la siesta", explica el guipuzcoano, partidario de que la plantilla se adapte al horario de la competición un día antes de jugar. "Entrenar por las mañanas está muy bien porque es lo primero que haces en el día y la calidad del trabajo sube, pero me gusta entrenar en la víspera en horario de tarde por la digestión y la siesta, para que el cuerpo esté habituado a jugar a esa hora", aclara Joseba.

Pero una jornada como la de hoy no presenta el único cambio del horario y el lugar de entrenamiento. Tras la práctica de esta tarde, al igual que hace dos sábados, los futbolistas disponibles para el partido se reunirán en el Hotel Escuela de la capital tinerfeña para cenar. Al día siguiente, los jugadores que no formen parte de la lista, se ejercitarán sobre el césped del estadio (otra novedad).

Etxeberia ha pasado de las cenas a los desayunos. Con el objetivo de cuidar la alimentación en la "comida más importante del día para un deportista", le planteó al club la conveniencia de convocar a los jugadores en el Hotel Escuela antes de los entrenamientos matinales. "Lo hablé con los doctores, con el cuerpo médico y demás. Somos conscientes de que la comida más importante para un deportista es el desayuno. También es algo que ayuda a mejorar la convivencia. Será una constante cada día; vamos a juntarnos para desayunar. En principio, en El Mundialito no era viable. Por eso optamos por el hotel. Así tendremos controlados a los jugadores y sabremos qué y cuándo desayunan. El club me ha apoyado y así va a ser de aquí a junio", advierte.

Al respecto, apunta que solo pretende brindarle "buenos hábitos" a un equipo "de élite" que necesita tener a su alcance "todas las herramientas" para ofrecer un rendimiento óptimo. "Todo son ventajas: desayunamos bien y a la hora, estamos todos juntos, y ese buen ambiente se refleja en los entrenamientos y en los partidos".