No fue el día para el Iberostar Tenerife. Era un partido importante y además con casi la obligación de ganar por más de diez puntos para superarle en el "basketaverage", pero no pudo ser y el Morabanc Andorra, muy serio en su juego defensivo, se llevó el triunfo, por 69-78.

Por eso el malestar del técnico local al término del partido, que vio cómo su equipo ayer no salió con la mentalidad necesaria para afrontar un choque de estas características e importancia. Estas son las consecuencias de estos parones que hay en la Liga debido a las ventanas FIBA por las que todos los clubes, salvo los que juegan Euroliga, se quejan.

Ayer le afectó al equipo tinerfeño, falto de concentración y que no solo no supo atacar la intensa defensa del rival, sino que además permitió que el Morabanc Andorra atacara bien. Y eso que hizo lo que Katsikaris había anunciado dos días antes que iba a suceder, es decir, los buenos "uno contra uno" del rival y los lanzamientos exteriores.

Además, cabe destacar la mayor aportación del equipo visitante en ataque, ya no solo los titulares, sino los que venían desde el banco, situación que no ocurrió en el equipo aurinegro, en el que solo Ponitka, Toye y San Miguel pasaron de los diez puntos.

Desde los inicios el Andorra marcaría lo que sería su estilo de juego, destacando, principalmente, su trabajo atrás, cerrando bien los huecos e impidiendo que el equipo insular tirara con comodidad. El Iberostar encontró por dónde atacar y fue a través del juego interior con Mike Tobey anotando. Por su parte, los visitantes encontraron con más facilidad acierto exterior con lo que el encuentro se mantenía igualado, con alternativas en el marcador.

Muy similar fue el segundo cuarto, aunque Peñarroya reforzaría aún más el juego interior con Diagne y Sané. Los tinerfeños, por su parte, seguían buscando el camino hacia canasta. Falto de acierto de fuera y ahora con problemas en el interior, intentaron correr y eso les llevó a situarse cinco puntos arriba (33-28) a tres minutos del descanso. Un triple de Albicy con falta incluida y técnica a Fran Vázquez haría que el partido se fuera al descanso con un 35-38.

Los problemas en ataque de los tinerfeños no se corrigieron en el descanso. El Andorra sabía lo que se jugaba y vio la oportunidad de sumar un triunfo importante. Le dieron otra marcha al juego, ajustaron su defensa y empezaron a controlar ante un equipo tinerfeño sin ideas en ataque, con muchos errores en los pases. El Andorra sacó provecho de ello y se fue hasta los nueve puntos antes de concluir el tercer cuarto (50-59).

En la recta final, querer y no poder del Iberostar Tenerife. Viendo que el partido se les iba se fueron a la desesperada y, aunque el Andorra se había ido de quince puntos (55-70), una tímida reacción local, con canastas de San Miguel, Ponitka, Bassas y Abromaitis hizo que el electrónico se pusiera a ocho puntos, pero casi sin tiempo para terminar con la reacción completa.

Al final, una derrota con todo merecimiento, pero lo importante ahora será analizar la situación y desde hoy mismo trabajar para un partido duro que tendrán el miércoles contra el UCAM Murcia.