La mala dinámica que pesa sobre el CB Canarias propició que los aurinegros tuvieran que sudar hasta el último segundo del choque frente al Joventut. Con otra trayectoria, seguramente el conjunto de Fotis Katsikaris hubiera vencido con más comodidad anoche a un adversario inferior. De hecho, en el tercer cuarto la distancia fue de 19 enteros (50-31). Pero del pozo no se sale con facilidad. Que se lo digan a San Miguel, que tras realizar un gran partido vio cómo en el epílogo le tembló el puso. Junto a Vasileiadis -el griego fue un tormento para el colista desde el perímetro- y el resto del equipo -anotaron 11 de los 12 jugadores- trajeron un decimotercer triunfo que deja al Iberostar Tenerife a uno de los "playoffs" por el título, dado el choque Gran Canaria-Andorra de hoy.

Tardó en verse la primera canasta en juego del choque. Provino de las manos de Abromaitis al contragolpe, pasados dos minutos. Hasta entonces, ambos equipos hicieron declaración de intenciones: defensas al límite. Un triple de San Miguel, otro del propio Abromaitis y una canasta de seis metros de Tobey abrieron hueco en el tanteador (10-3).

El Joventut se fio al juego interior de Jordan, muy bien defensivo por su par americano, que sacaba balones sin éxito para el perímetro badalonés. La exigencia defensiva provocó que los aurinegros alcanzaran el bonus una vez superados los cinco minutos de juego. Pero la actitud atrás era innegociable. Tuvo que ser el talentoso Laprovittola el que lograra la primera canasta en juego del último clasificado de la Liga Endesa (12-8).

Pero en esas ya había aparecido Vasileiadis, mientras que Javi Beirán explotó el poste bajo para mandar el choque al final de primer cuarto con ocho de ventaja (18-10). De Jordan, el mejor jugador de La Penya, había pocas noticias.

Un triple de Vasileiadis llevó la máxima momentánea al marcador (21-10). La reacción del conjunto catalán no se hizo esperar, encontrando los tiros liberados y el acierto desde el perímetro. Tres triples de Zagars, Richard y Ventura hicieron que Fotis Katsikaris parara el enfrentamiento (28-23).

San Miguel volvió a la cancha, en detrimento de Bassas, para conectar por las alturas con Niang -sustituyó a Vázquez, con dos faltas-. El heleno dio la alternativa a White, pero la toma de decisiones del de Phoenix no pudo hacer tomar nuevas ventajas. El Joventut, por contra, hizo la goma merced a la calidad de Laprovittola, para un 33-27 al descanso. Hasta 10 aurinegros habían anotado, mientras que su mejor hombre, Ponitka, todavía no había visto el aro rival.

"La Ley de Kostas" empezó a despejar el camino. Tres triples del griego, cuyo defensor, Ventura, le dejó un medio metro de castigo, y uno de San Miguel abrieron brecha (45-31). Pero no se quedó ahí la sangría. Ponitka se sumó a los momentos cumbres canaristas con una típica puerta atrás y con un dos más uno inverosímil en suspensión, para poner la máxima renta de los laguneros hasta el 50-31.

El chicle se volvió a encoger con un juego más directo de los de Carles Durán, comandado por el omnipresente internacional argentino. El Joventut volvió a tener "feeling" con los lanzamientos desde el 6,75. Vidal, Gielo y Richard llevaron la contienda a los 30 minutos con 13 enteros abajo (59-46).

El equipo badalonés prolongó su racha desde fuera. Vidal -tres más uno- y Kulvietis pusieron el partido en un pañuelo (60-55). Tocaba bola caliente. Pese a su discreto encuentro, Davin White tomó la responsabilidad. Triple del "34", al que secundaron la cuarta falta de Laprovittola -fue retirado de la cancha- y otros tres puntos de Rodrigo San Miguel (66-55).

A pesar de la resistencia que opusieron Zagars, Gielo y Vidal, el Joventut se colocó con cinco faltas a casi cuatro minutos, coincidiendo con la exclusión de Laprovittola. Durán, técnico visitante, intentó acercarse por medio del perímetro. Retiró a Jordan para jugar abrir el campo con Gielo y Kulvietis -terminó siendo eliminado-, a lo que contestó Katsikaris con la presencia de Abromaitis y Allen, sus dos cuatros.

Tras un triple de Richard (77-69) y un rebote defensivo de Ponitka a poco más de un minuto del final, parecía que el choque estaba decidido. Pero las dinámicas pesan. Y San Miguel, que había hecho un gran encuentro, perdió dos balones y le fue señalada una falta técnica -el trío arbitral fue muy protestado-, puso los nervios en la grada. Seis puntos consecutivos del Joventut llevaron el 77-75 a tres décimas del final. Por suerte, ya no hubo tiempo para nada más.