Acaba de llegar a Tenerife, y lo primero que hace es trasladarse hasta Editorial Leoncio Rodríguez. Su cansancio es visible, después de más de una semana en Estados Unidos, pero su verborrea apunta lo contrario. Departir sobre baloncesto le estimula. Se aprecia. José Ramón Cuspinera Diéguez -28/04/1970, Getxo, Vizcaya-, más conocido por "Jota", arriba a la Isla dispuesto a impartir un clínic para las nuevas generaciones, hasta mañana, organizado por el Club Santo Domingo Tenerife y el Colegio Virgen del Mar. El entrenador del Tecnyconta Zaragoza hasta hace poco menos de dos meses habla en clave cestista para EL DÍA.

¿En qué le incide más a los jugadores incipientes?

Sobre todo, en fundamentos individuales, que a estas edades es lo más importante. Aunque creo que la táctica colectiva también va de la mano. Vengo a integrarme en el día a día del club. No a entrenar y sí a ayudar. La idea es que también los entrenadores puedan sacar provecho de lo que les pueda aportar y, por ende, que puedan mejorar a sus jugadores.

Mañana disertará, en el Colegio La Salle Santa Cruz -17:30 horas-, sobre el trabajo específico con jugadores exteriores.

Hablaremos sobre distintas situaciones de tiro o el pase como fundamento esencial. Este último probablemente sea el gran olvidado, cuando lo más efectivo para jugar al baloncesto es el pase. Compartir el balón entre cinco es lo que daña a las defensas. Abordaremos las tomas de decisiones, el bote, el "pick and roll"...

Lleva casi dos meses sin entrenar. A finales de enero, usted dimitió unos días antes de ser destituido. Una situación sumamente extraña. ¿Qué pasó?

No llegaba a haber verdadera química con los jugadores. Se los hice saber y luego al presidente -Reynaldo Benito-. La directiva me dijo que yo era la base del proyecto y que querían que continuara. Me convencieron. Vinimos a jugar a Gran Canaria, sin ningún entrenamiento de por medio, y perdimos, que era lo normal. Al final del partido se metió en el vestuario el director deportivo -Salva Guardia-, cosa que no había hecho nunca, y me empezó a hablar de una manera por la que entendí que estaba hablando por la boca del presidente. El presidente, que me convenció de que no dimitiera, me dijo que había que arreglar la situación, que no lo veían y me convocaron el lunes para destituirme.

Con la posibilidad de ascensos y descensos en la Liga ACB, ¿cree que la paciencia de los dirigentes cotiza a la baja?

En mi caso, no. Yo noté el apoyo del club hasta el día en el que me destituyen. Es verdad que el número de destituciones de este curso me parece una barbaridad. El año pasado, con el Obradoiro metido en el absoluto pozo deciden renovar al entrenador. A partir de ahí, el equipo tiró para arriba. Construir lleva tiempo, y no dos meses o tres. A mí, como entrenador, me gustaría que los clubes fuesen más pacientes. Aunque todos lo hagan muy bien, dos equipos van a descender.

¿Atisba diferencias entre el Zaragoza que dejó y el que ahora dirige su exayudante Pep Cargol?

No. Han introducido alguna cosa nueva que ya teníamos prevista. La dinámica sigue siendo muy parecida. El equipo juega prácticamente igual. Hay un eje sobre el que se basa, que se llama Gary Neal. En las relaciones internas de vestuario, Pep es un entrenador mucho más pausado que yo.

Hablemos de Martín Bertrán. Se montó mucho revuelo con sus declaraciones sobre el árbitro, cuando le expulsó en Badalona.

Sigo sin entender por qué se me expulsa. Las protestas que hice no son como para eso. No veo que les pase a otros entrenadores. Era la segunda vez que se me expulsaba por parte de un mismo árbitro. Por eso pregunté si había animadversión hacia mí. ¿Cuáles son las vías de comunicación con los árbitros? La única es la del club con el responsable del arbitraje. ¿Tendrá que haber algún mecanismo fuera del partido por el que entrenadores y árbitros nos podamos comunicar, no? Pues no existen, o yo no los conozco. Esa fue una demanda que yo hice en la sala de prensa. No me han contestado...

Después de que su Zaragoza le ganara, con una memorable actuación de Gary Neal en la segunda parte, al Canarias, Nenad Markovic estuvo apenas dos partidos más. ¿Vio el proyecto aurinegro agotado con el bosnio al frente en aquél momento?

No me planteé eso. El Zaragoza tiene un jugador de nivel NBA que, incluso siendo veterano y teniendo lesiones, ha sido capaz de ser no sé ni cuántas veces "MVP" de la jornada. Cuando un jugador de ese nivel entra en racha es muy fastidiado. Rara vez pienso que el entrenador rival esté en riesgo.

Luego llegó Fotis Katsikaris. ¿Cómo ha visto al Iberostar Tenerife desde entonces?

Fotis es un muy buen entrenador, y el Iberostar tiene una plantilla de nivel. Claro, el año pasado fue tan bestial, que repetir algo parecido es muy complicado. Estaríamos hablando de uno de los grandes. Ya no solo ganar la competición europea, sino estar entre los primeros puestos en las últimas jornadas. Fue algo extraordinario. ¿Qué es lo que ocurre? Que las expectativas se llevan muy arriba y generan presión. Fotis ha vuelto a inculcar esa ambición de ir a por algo grande. Luego, el camino determinará... Yo sí que he visto momentos brillantes de este Canarias este año, pero lo normal es que vuelvas a la media.

¿Esa media está en el octavo o noveno puesto?

Visto desde fuera, el nivel que puede tener la plantilla del Canarias es el de luchar por los "playoffs". Luego, se conseguirá o no porque hay muchos equipos ahí, pero sí que tiene nivel para estar peleando por esos objetivos. Fuenlabrada está siendo un poco el Canarias del año pasado. Está quinto, a una victoria del segundo. El Andorra lleva siete triunfos consecutivos. Creo que le ha beneficiado salir de Europa. En el momento que los jugadores han podido descansar, han vuelto a meter la intensidad que tienen. También son rachas psicológicas. Cuando ganas, piensas que puedes hacerlo ante cualquiera. Pasa al revés cuando pierdes. Está Murcia también... Es lo que hablábamos antes: aunque la temporada sea perfecta, solo hay ocho que se meten en "playoffs". Hay 10 u 11 equipos que tienen esa capacidad.

El CB Canarias ha tenido un bajón importante tras la Copa y las ventanas FIBA. ¿Qué le parece el calendario actual?

Personalmente, no me gustan las ventanas FIBA. Para los que tienen muchos jugadores en la selección es una barbaridad. Lo he vivido en el Real Madrid. Los jugadores acaban descansando una semana al año. Eso es un infierno. Hay voces que reclaman ver a esos buenos jugadores el mayor número de veces. Vale, pero probablemente su carrera se acorte porque no descansan o se lesionen, como le ha pasado a Sergio Llull. Hay que tener un poco más de cabeza. En la NBA juegan el triple de partidos que aquí, con respecto a un equipo que no participa en competiciones europeas, pero luego tienen cuatro meses de vacaciones para que los jugadores se recuperen física y psicológicamente. Los jugadores que van a la selección no terminan de desconectar.

Usted, como ayudante de Luis Casimiro, entrenó a Javi Beirán en el Estudiantes 2008/2009. ¿Está viendo al jugador de antes de la grave lesión sufrida?

Javi es un jugador que se ha mejorado a sí mismo de una manera tan bestial... Tradicionalmente ha sido un tirador, pero actualmente creo que es uno de los que mejor juegan sin balón de toda la ACB. Es un grandísimo reboteador para el físico que tiene y el puesto en el que juega. Me parece un excelente pasador, especialmente desde el poste bajo. Algo queda en los jugadores que han tenido lesiones así. Si él dice que tiene la lesión superada, probablemente sea así.

¿Descarta volver a los banquillos esta temporada?

Descartar, no. Yo soy entrenador. No deseo que caiga nadie. Me imagino que en el verano, cuando se vuelva a abrir el mercado, puede haber alguna oportunidad. Mi prioridad es la Liga ACB, pero no descarto nada fuera.

¿Le gustaría, algún día, ocupar el banquillo local del Pabellón de Deportes Santiago Martín?

Es uno de los sitios donde podría seguir la carrera, si algún día se abre la puerta. Ahora mismo está muy bien ocupado por un muy buen entrenador, que mantiene una muy buena dinámica de equipo.