Después de la "victoria de prestigio" que consiguió el Tenerife en El Sadar, donde tiró de oficio, Joseba Etxeberria reforzó su mensaje de establecer metas inmediatas.

"Sé que soy un poco repetitivo, pero no creo en los objetivos a largo plazo, porque es lo que me ha enseñado el fútbol", advirtió al ser preguntado por los efectos de la racha del Tenerife en la clasificación. "No nos vamos a desviar. Nos recuperaremos bien de este esfuerzo y vamos a preparar el partido con el Sevilla Atlético sin salirnos de ese guion. Todo lo que sea hablar de otras cosas nos hará ser peores", añadió antes de advertir de que no será él quien le quitara "la ilusión a la gente".

El técnico agradeció el entusiasmo del tinerfeñismo, pero introdujo sus matices. "Hay que saber hacer la digestión de estas victorias para canalizar la situación, atrevernos a hacer más cosas, tener más confianza e ir a por los partidos más convencidos. Los de la zona cero tenemos que trabajar y preparar el siguiente partido".

En cuanto a las claves del encuentro, Etxeberria recordó que en su rueda de prensa del pasado jueves avanzó su optimismo por la respuesta que había notado en los jugadores durante la semana. "Tuve la sensación de que el equipo estaba preparado para un partido como este. Los chicos eran conscientes de que no era un partido más".

Y así fue. "Desde el principio, el equipo transmitió mucha solidez y jugó con mucho oficio", destacó Joseba, quien no ocultó su satisfacción por el funcionamiento defensivo del conjunto insular. "No sufrimos demasiado en un campo como El Sadar, y eso dice mucho del Tenerife".

En ese sentido, insistió en que "el equipo estuvo muy sólido en todas las facetas defensivas, y no solo por parte de los cuatro de atrás. Por ejemplo, Dani transmitió mucha seguridad y cuando el equipo tuvo que tirar la presión, lo hizo con convencimiento".

Otra de las consignas tuvo que ver con la capacidad del Osasuna de crear peligro por las bandas. Para evitarlo, optó por reforzar el lateral derecho con dos futbolistas defensivos como Raúl Cámara y Luis Pérez. "El Osasuna es uno de los mejores equipos de la categoría atacando por fuera, y el esfuerzo de Raúl y Luis, por la derecha, y de Iñaki y Álex, por la izquierda, fue muy grande. Eso nos sujetó para ser más fiables. Ante el Lorca acabamos con ese doble lateral, y en El Sadar comenzamos así, pero cada partido es diferente".

Con todo esto, comentó que el Tenerife preparó "al detalle" la visita al Osasuna, pero quiso darle el principal mérito a los jugadores, porque "supieron interpretar muy bien el partido: tuvieron ayudas constantes y cada vez que pudo tirar un contragolpe o aprovechar una acción a balón parado, el equipo transmitió peligro, y eso es algo que notó el Osasuna, que no pudo permitirse demasiadas alegrías".

Otro factor diferencial estuvo en el aprendizaje recibido después de la derrota en la anterior salida, a Los Pajaritos. "Cuando bajas las revoluciones en esta categoría, lo acabas pagando. Es lo que nos pasó en Soria. Afortunadamente, el equipo aprendió la lección. El mensaje fue el de tener solidez y oficio, y esperar nuestro momento. En el segundo tiempo intuimos las dudas del rival y fuimos a por el gol, y tuvimos opciones antes del golazo de Bryan. El equipo supo interpretar bien lo que necesitaba, sin meterse atrás y con ayudas constantes", finalizó Etxeberria.

"Se enfrió con el cambio de Róber"

Diego Martínez no pudo evitar la segunda derrota seguida del Osasuna en El Sadar. "Fue un palo muy duro, estamos muy dolidos", reconoció el gallego.

Sin la intención de poner excusas, opinó que la "buena primera media hora" de juego del Osasuna tuvo su límite por la lesión de Róber Ibáñez. "El partido se enfrió por el cambio forzado", comentó Diego, lamentando que el conjunto navarro supiera estar "suelto con el balón y con confianza" hasta ese momento. "Habíamos merecido el gol", añadió.

Pero fue el Tenerife el que se adelantó y provocó, así, que al Osasuna le "costara" reaccionar. "Remamos mucho a contracorriente, estuvimos precipitados, cometimos errores no forzados y nos faltó continuidad", resumió.

Una vez asumido el tropiezo, confesó que sus planes no pasaban por caer ante el Tenerife. "Sabiendo que teníamos enfrente a un buen rival, esperábamos ganar, y el equipo lo intentó hasta el final". El Osasuna visitará al Granada el próximo sábado.