El Real Madrid busca el pase a su octava semifinal consecutiva en Liga de Campeones, en una eliminatoria prácticamente sentenciada tras el 0-3 de Turín, pero en la que guarda máximo respeto a un grande de Europa como el Juventus que necesita un milagro sin su referente ofensivo Paulo Dybala.

El Juventus fue el último equipo capaz de eliminar al Real Madrid y su historia hace que Zidane no se fíe pese al abultado marcador de la ida. Reservó a jugadores en el derbi madrileño, en el que Cristiano tan solo jugó una hora, y saldrá con su equipo de gala salvo en defensa donde tiene problemas. El capitán Sergio Ramos no estará por sanción, su sustituto natural Nacho Fernández no puede jugar por lesión y el último central de la lista llega justo. Una sobrecarga muscular de Jesús Vallejo, que aún no ha debutado en Liga de Campeones, provoca la duda en Zidane. Si no está para jugar tendría que retrasar la posición de Casemiro y dar entrada a Mateo Kovacic en la medular.

La visita al coliseo blanco tendrá un sabor particular para Buffon, de 40 años, quien aseguró que esta iba a ser su última temporada como jugador, a no ser que el Juventus conquistara la Champions. El veterano guardameta ocupará la portería "bianconera" y liderará a una defensa a la que volverá el marroquí Medhi Benatia, que se perdió la ida por sanción. Allegri recupera también al bosnio Miralem Pjanic. Sin Dybala, que marcó un triplete ante el Benevento en Liga, el tridente ofensivo estará formado por el croata Mario Mandzukic, el brasileño Douglas Costa y el argentino Gonzalo Higuaín.