Factores incontrolables, como los excesos de un árbitro que empezó a sacar del campo a Carlos Ruiz y al equipo, a los 12 minutos, con una tarjeta amarilla cruel, y errores propios de bulto, como la decisión que adoptó el entrenador local cuando quiso reordenar al equipo al descanso, obraron una derrota neta, inapelable por más cargada de excusas que pueda estar, que lo está. La tercera pata del banco fue el Huesca, que dio un recital de juego combinativo en la segunda mitad. No todos los equipos saben aprovechar una superioridad numérica de esa manera tan abrumadora.

Por orden. El Tenerife firmó una primera parte a la altura de la dificultad del partido. Incluso fue capaz de superar el trauma de la expulsión de Carlos Ruiz y sus efectos reales sobre el campo. El equipo de Etxeberria entró mejor al partido, cargó con dos jugadores en cada banda, muy avanzados, y trató de hacer superioridad por los costados para poner centros a zonas de remate, consecuentemente, más despobladas. De paso, tapaba la salidas por fuera del rival. Lo logró. El primer gol se gestó por el costado derecho. Tras un saque de banda, Alberto encontró profundo a Bryan Acosta, que puso la pelota al área donde Víctor Casadesús puso el interior del pie y con un giro de cintura cambió la dirección del balón al segundo palo. Un golazo que premiaba la generación de ocasiones locales, que habían puesto a prueba a un gran Remiro. El meta oscense salvó con una paradón el cañonazo de Víctor desde fuera del área (21'') y tapó en un mano a mano la clara definición de Bryan (27''), pero no pudo hacer nada ante la genialidad de Casadesús en el 29''.

Nada más encajar, el Huesca, que estaba ahogado en su zona de media punta, reaccionó con decisión, y encontró un premio gigantesco en su primera llegada, solo dos minutos más tarde, con el mentado penalti. Cucho entró al remate y ganó la posición a Carlos Ruiz, que en plena carrera pudo haber pisado sin querer al delantero. El árbitro pitó penalti y echó al defensa. En medio de un ambiente de indignación general, el partido se crispó con el 1-1 que logró Cucho al transformar la pena. Entonces, Etxeberria reordenó bien al equipo: retrasó a Alberto de central, y trajo más atrás a Bryan Acosta, dejando solo arriba a Víctor Casadesús. Faltaba un cuarto de hora para el descanso, pero el equipo resistió, no perdió el tipo, cerró todos los caminos al rival, que ya tenía el balón y el dominio posicional, y además lo cogió flojo en un despeje de Dani que dejó solo a Casadesús frente al portero. El balear se fue, encaró a Remiro, lo sentó con la derecha y marcó con la izquierda a puerta vacía. Un gol maravilloso, cargado de heroicidad por la situación de desequilibrio que había sobre el terreno de juego y, además, por su oportunismo. Era el minuto 46. Un gol que rearma moralmente a cualquiera.

Con todo bajo control, Etxeberria sorprendió trastocando lo que había armado antes: dejó en el vestuario a Suso, sacó a Bryan de la zona de contención y lo puso de extremo derecho, metió a Jorge de central y volvió a poner a Alberto, que daba síntomas de fatiga, por delante. En el lado contrario, el cambio fue a la inversa. Rubi, que se habrá temido que le echaran a Sastre que tenía una amarilla, lo quitó, retrasó a Moi Gómez para que ayudara a armar juego a Melero y sumó por delante a Gallar. Un cambio netamente ofensivo. El Huesca cogió el balón y se le echó encima al Tenerife, que no tuvo respuesta. La segunda línea local cayó muy atrás y el rival subió a sus laterales, hizo muy ancho su frente de ataque y empezó a mover el balón con criterio, madurando, moviendo de lado a lado a los diez que tenía delante y aprovechando para filtrar pases. Pronto cayó el 2-2, cuando Cucho recibió solo, entró y batió por bajo a Dani (46'') y solo siete minutos más tarde, el 2-3 en otra acción de fútbol combinativo, tocando y moviéndose para dejar solo a Vadillo, que tiró y del rechace se aprovechó Moi Gómez para marcar.

El Tenerife no tenía ninguna salida hacia adelante, parecía como con menos de diez hombres y, salvo algún ramalazo de Mula (56'') que hizo trabajar a Remiro, estaba a expensas de su rival. En el 60'', Etxeberria se desdijo ya tarde y desmontó el cambio anterior: puso a Villar, que pareció mermado, quitó a Alberto y devolvió a Bryan a su sitio natural. El hondureño recargó al equipo lo equilibró un poco. Entonces entró Malbasic, también un poco tarde para que cundiese ya el fútbol directo. Compitiendo, aunque en inferioridad notable, cayó el golpe definitivo, el 2-4, en otra gran jugada colectiva visitante, de derecha a izquierda hasta encontrar liberado a Ferreiro, que fusiló por bajo a Dani Hernández.

Lo que ocurrió hasta el final no es fútbol. La presunta agresión a una asistente, el parón de 16 minutos y la vuelta al campo del trío arbitral para escenificar un acto final de impotencia, sobraba.

2-4

tenerife-huesca

CD Tenerife: Dani Hernández; Luis Pérez, Carlos Ruiz, Aveldaño, Iñaki; Alberto (Juan Villar, 59''), Luis Milla; Suso (Jorge Sáenz, 46'') Bryan Acosta, Álex Mula; y Casadesús (Malbasic, 74'').

Huesca: Remiro (3); Alexander González (1), Pulido (2), Jair (2), Brezancic (2); Melero (2), Sastre (1), Ferreiro (2), Moi Gómez (2), Vadillo (2); y Cucho Hernández (3). En el descanso entró en el campo Gallar (1) ocupando el lugar de Sastre; en el 69'', Luso (1) sustituyó a Vadillo; en el 105'', Camacho (s. c.), por Cucho Hernández.

Árbitro: Isidro Díaz de Mera Escuderos (Comité Castellano-Manchego). (0). Triste protagonista del partido. Dejó sin sanción una mano de Melero en el área (77''). La jugada clave, en la que señaló penalti contra el Tenerife y expulsó a Carlos Ruiz (31''), es muy dudosa. Las imágenes no muestran infracción, aunque Carlos pudo haber pisado a Cucho en la carrera. La amarilla que vio el central era la segunda, porque antes (12'') protestó por un golpe que le hirió en la boca. El árbitro, de manera cruel, lo castigó a él. A partir de ese momento le pudo la presión. Se defendió de la misma con el uso de las tarjetas, descompensado porque también le perdonó la segunda a algunos jugadores. Se la mostró a Suso (31''), Aveldaño (64''), Jorge Sáenz (70''), Iñaki (78''), Milla (83''), Sastre (37''), Moi Gómez (43''), Gallar (76'') y Brezancic(86''). También expulsó desde el banquillo, con roja directa (89''), a Raúl Cámara.

Goles: 1-0, m. 29: Casadesús, de toque sutil tras un pase de Bryan Acosta; 1-1, m. 32: Cucho Hernández, de penalti; 2-1, m. 45: Casadesús, tras regatear a Remiro; 2-2, m. 47: Cucho Hernández fusila a Dani; 2-3, m. 52: Moi Gomez, tras recoger un rechace. 2-4, m. 79: Ferreiro, de disparo cruzado raso.

Incidencias: Partido de la trigésimo sexta jornada de la Liga 1 2 3, disputado en el estadio Heliodoro Rodríguez López ante 14.790 espectadores. Tarde lluviosa y terreno de juego algo blando. El Tenerife lució su indumentaria habitual y el Huesca vistió completamente de negro. En el descanso saltó al terreno de juego la totalidad de la cantera blanquiazul para recibir el pertinente reconocimiento de la afición local. El encuentro se suspendió en el minuto ochenta y tres por el lanzamiento de un objeto al árbitro asistente Guadalupe Porras Ayuso. Se reanudó dieciséis minutos más tarde.