Un descenso es de los peores platos que puede degustar un deportista de élite. La tinerfeña Laura Herrera lo sufrió por segunda vez en su carrera hace escasas semanas. Su segundo año con el riojano Campus Promete ha pasado por momentos tan críticos como para pensar en la retirada. El interés de otros equipos ha propiciado que pretenda seguir en una máxima categoría donde ya ha completado 10 campañas consecutivas. La internacional española repasa su curso, habla sobre su futuro, acerca del Mundial de Tenerife y la selección española, así como sobre las posibilidades de ascenso del Clarinos.

Han pasado unas semanas desde el descenso de su equipo. ¿Cómo lo ha digerido?

Al principio, un poco mal. A nadie le gusta terminar una temporada así, sabiendo que igual con unas jornadas más nos hubiéramos salvado porque el equipo estaba en una buena dinámica. Estoy fastidiada. Una vez que pasan los días he intentado pensar lo menos posible.

¿Qué sucedió para que en la pasada campaña casi rozaran los "playoffs" por el título y en esta hayan perdido la categoría?

En verano me preguntaron cuáles eran los objetivos del equipo. Tal y cómo se había formado la plantilla y con José Ignacio Hernández -entrenador-, que al final no pudo estar con nosotras, dije que meternos en "playoffs", la espinita que nos había quedado. Incluso, soñábamos con la Copa de la Reina. Por equipo, teníamos de sobra para eso. Y con las incorporaciones que luego hicimos, más todavía. Entramos en una dinámica muy negativa al ganar solo dos partidos, contando los de pretemporada, en seis o siete meses. Con la llegada del nuevo entrenador -Julian Martínez-, la dinámica cambió. Nos hacía falta un cambio y llegó un poco tarde.

¿Con el anterior técnico, Jorge Elorduy, no había un buen entendimiento?

Yo creo que al final se demostró. Personalmente, no tuve una buena experiencia con él. Viendo el final de temporada del equipo, se necesitaba algo. Al principio se cambiaron jugadoras. Cuando ves que eso no es el problema... La llegada de Julián -Martínez- cambió totalmente la dinámica, contó con todas las jugadoras, todas sentimos que éramos importantes y que teníamos que aportar para sacar al equipo adelante.

Personalmente, no ha sido un año fácil. ¿Ha sido el peor de los que ha estado en la élite?

Llevo 13 años como profesional y 10 años en la Liga Femenina. He tenido muy pocas experiencias malas, por no decir ninguna. Al final duele cuando parece que todo ese trabajo que has hecho anteriormente te lo arrebatan. Durante el año he estado un poco dolida. Me he llegado a plantear incluso si seguir jugando a esto. Tuve la suerte de que a mitad de año me llamaron equipos, incluso uno de los que ha estado compitiendo por los "playoffs". No quise irme porque me gusta acabar con el equipo con el que estoy. Eso me demostró que mi trabajo está ahí y mucha gente lo ve. Con eso me quedo.

En los últimos años ha disputado una media cercana a los 30 minutos por partido. En esta apenas ha superado los 17.

He tenido partidos de jugar tres minutos, cinco minutos o ninguno. El primer entrenador que tuvimos no contaba conmigo y eso se ha acabado reflejando en las estadísticas globales.

¿Hubo algún momento en el que se pudo reconducir la situación con Jorge Elorduy?

Mi situación personal con él era evidente que no era buena, pero tanto conmigo como con el resto del equipo. El resto de jugadoras tampoco han dado su mejor nivel.

Ahora se abre un periodo largo hasta la próxima temporada. ¿Su objetivo es seguir en la máxima categoría? ¿El Campus Promete le ha ofrecido seguir?

Con el club siempre he tenido una relación increíble. Siempre me han apoyado y al acabar la temporada me lo demostraron. Llevo dos años con ellos, pero me gustaría seguir en la máxima categoría. Nunca cierro las puertas a nada. Espero que vuelvan a la élite.

¿Ha recibido alguna oferta?

Hay alguna cosa, pero todavía no es nada formal. Quiero tomarme mi tiempo, tras un año que ha sido duro, y pensarlo bien. Pretendo elegir un sitio donde pueda ser feliz, donde me dejen hacer mi trabajo.

¿Se siente más dolida con su curso, teniendo en cuenta que es año de Mundial y que la cita se va a celebrar en Tenerife?

Si una siempre quiere jugar bien, sabiendo que hay un Mundial en Tenerife quería dar un plus más. Pienso, y si hubiese hecho una buena temporada, y si hubiese tenido minutos y hubiese podido demostrar algo más de lo que he podido... Mi prioridad ahora mismo es estar bien en la temporada con el equipo que esté.

¿Descarta que pueda ser partícipe de la convocatoria mundialista del seleccionador Lucas Mondelo?

Por el año y porque no ha contado conmigo en las últimas ocasiones, sí. Si me sonara ahora el teléfono y me llamara, sería una grandísima noticia. No quiero hacerme ilusiones y ahora hay muchas jugadoras que han hecho muy buena temporada y están para entrar en esa lista. Ojalá pudiese tener opciones, pero yo creo que está muy difícil.

¿Qué espera del Mundial en la Isla y de una selección que se está codeando con las mejores?

Espero mucho de ellas y de Tenerife. Deseo que la Isla se vuelque con el baloncesto femenino. Ya lo hicieron una vez. Yo tuve la suerte de jugar -y ganar- un Europeo júnior en el Santiago Martín. Fue tremendo lo que pude vivir ahí. Si no estoy, me va a dar mucha envidia. Va a merecer la pena ir a ver jugar a la selección porque hay muy buenas jugadoras.

Todo el mundo apunta a Estados Unidos y a España como favoritos. ¿Ve algún otro combinado que pueda dar la sorpresa?

Yo creo que Francia tiene muy buena selección. Suele ser la gran rival de España en los europeos. En un campeonato de este tipo nunca se sabe.

El año pasado estuvo en León apoyando al Clarinos. ¿Va a estar este año en la fase de ascenso de Valencia?

Estoy pensándolo. Además del equipo de Tenerife, que estoy deseando que ascienda, tengo muchas más amigas que van a jugar. Es una competición bonita de ver. Si hablábamos de sorpresas en mundiales, en fases de ascensos también puede pasar de todo.

El conjunto lagunero llegó como favorito el año pasado, y a las primeras de cambio quedó apeado.

En la única fase de ascenso que jugué -con el Estudiantes, en la temporada 2007/2008- no íbamos como favoritas y acabamos ascendiendo. El año pasado creía que el Clarinos tenía todas las de ganar y mira. Este año creo que llegan en buena dinámica, igual no tan favoritas. Esa presión que se pueden quitar de encima, quizás les viene bien para poder dar la sorpresa.