Carlos Ruiz dio su versión de lo sucedido en el partido entre el Tenerife y el Huesca. El defensa, expulsado al recibir dos tarjetas amarillas, seguía ayer sin entender que Díaz de Mera le mostrara la primera cartulina solo por pedir la asistencia del médico, tras recibir un fuerte golpe en la cara, y aseguró que el penalti que le costó la segunda amonestación fue inexistente. Además, compartió su sospecha de que el colegiado falseó el contenido del acta en el apartado dedicado a la otra expulsión del equipo, la de Raúl Cámara.

Díaz de Mera castigó a Carlos con una tarjeta amarilla por hacerle "observaciones de orden técnico" -según el acta-, explicación nada convincente para el jugador. "No sé a qué se refiere", afirmó. "Si la observación técnica es pedir a la asistente que me atendieran porque estaba sangrando, sí la hice. Simplemente, estaba a casi 200 pulsaciones, me llevé la mano a la boca, vi que estaba sangrando, tenía la cara dolorida al máximo... No sé cómo quería que le dijera que, por favor, me atendieran. Da mucha impotencia".

Tras esta aclaración, Carlos pidió "un poco de empatía" por parte de los árbitros. "A lo mejor pude gritar, pero los árbitros deberían tener un poquito de empatía, sobre todo cuando no le faltamos el respeto a nadie".

También le pareció injusto recibir la segunda cartulina, ya que sostiene que no derribó al delantero del Huesca en la acción del penalti. "Tanto Cucho como yo forcejeamos antes de que se produjera el centro, pero ninguno hizo nada para que cayera el otro. Cuando siguió la jugada, nos soltamos. Él intentó llegar al balón, no lo consiguió y el árbitro pitó el penalti. Y sabía que me iba a sacar la segunda amarilla, porque creo que estaba con muchas ganas de ser protagonista", lamentó Carlos.

El central granadino confesó que nunca le había "pasado una situación igual" y contó que se quedó "alucinado" con la actuación de un árbitro que "no midió con el mismo rasero" a los dos equipos.

Luego llegó la expulsión de Raúl Cámara. "Encima, creo que falseó el acta", señaló Carlos refiriéndose a la confusión que se produjo entre lo que incluyó Díaz de Mera en el acta -que el lateral le había dicho que el Tenerife estaba sufriendo "un atraco"- y lo que escucharon otros testigos. "Incluso por parte de jugadores del Huesca, me consta que lo único que comentó Raúl fue: vaya traca", reveló.

Igualmente se refirió a la suspensión del partido durante unos minutos por el golpe que recibió la asistenta Guadalupe Porras de un objeto lanzado desde la grada. "Tenemos que intentar evitar esas cosas", remarcó Carlos. "El partido fue muy polémico; y no es que el árbitro lo hiciera de forma premeditada, pero no estuvo acertado, se creó un ambiente de malestar y pasaron esas cosas".

Con "impotencia" y rabia, el integrante del cuarteto de capitanes del Tenerife hizo un esfuerzo por extraer una lectura constructiva de lo que pasó el sábado en el estadio. "Tenemos que olvidarlo y procurar que nos sirva para picarnos, para hacernos más fuertes y para saber que quedan seis partidos por delante. Lo que no nos mata, tiene que hacernos más fuertes. Tenemos que levantarnos y preparar el partido del Rayo a conciencia para intentar sacar los tres puntos y ver cosas de otra manera. Hay puntos suficientes para pelear por meternos arriba".