Bayern Múnich y Real Madrid, grandes favoritos al título de la Liga de Campeones, cruzan nuevamente sus caminos en el clásico más repetido del fútbol europeo, que alcanza sus bodas de plata, en un duelo apasionante en el Allianz Arena, estadio que ya conquistó el equipo de Zinedine Zidane en sus éxitos recientes.

El Real Madrid ha conseguido que el Bayern pase de bestia negra a reto superado, con cinco triunfos seguidos en los últimos precedentes. Siempre con la figura de Cristiano Ronaldo por encima de todos, autor de siete goles en sus tres últimos cruces. Los de Zidane, que ha ganado todas las eliminatorias de Champions desde que llegó al cargo, se aferran a su última posibilidad de conseguir un gran título esta temporada: éxito rotundo e histórico con la tercera Copa de Europa consecutiva o fracaso sin apelativos.

La "BBC" pasó de ser insustituible a prescindible. Gareth Bale se ha convertido en suplente habitual y Karim Benzema anda bajo sospecha. La fe ciega de su entrenador comienza a diluirse y el técnico galo podría apostar por jugadores que dan un extra en las ayudas defensivas y añaden verticalidad al contragolpe como Marco Asensio o Lucas Vázquez. El resto está más que definido, con Isco Alarcón entre los elegidos.

Si hace poco tener un Bayern-Real servía para ver en la orilla contraria a Carlo Ancelotti, Xabi Alonso o Kroos, ahora son Jupp Heynckes, el técnico que conquistó la séptima y rompió la larga sequía sin Copa de Europa para el Real Madrid, o James Rodríguez los que ponen el morbo.

El Bayern llega al duelo de ida de semifinales en un excelente momento de forma, con la Bundesliga ya sentenciada y tras haberse clasificado para la final de la Copa de Alemania.

La alineación por la que apostará Heynckes cuenta con el agujero del lateral izquierdo. Alaba arrastra problemas musculares y es duda hasta última hora. El brasileño Rafinha, diestro, sería su sustituto por delante del español Bernat. Con Heynckes, Javi Martínez ha regresado a su posición natural en el medio centro. James y Thiago se disputan la otra plaza de pivote. Si jugasen los dos, adelantando el colombiano su posición, el sacrificado en ese caso sería el veterano extremo holandés Arjen Robben. La tripleta Ribery-Müller-Lewandowski sí resulta inamovible.