El base canario del CSKA Moscú Sergio Rodríguez aseguró que es "feliz" en la capital rusa, pero que prefiere "disfrutar el momento", es decir, las semifinales de la fase final de la Euroliga que le enfrentarán el viernes en Belgrado al Real Madrid.

"Tengo dos años más de contrato, pero yo sólo me planteo metas a muy corto plazo. Me gusta trabajar y disfrutar del momento. Ahora tenemos un desafío apasionante, jugar la Final a Cuatro y quiero disfrutarlo", dijo en el pabellón del CSKA.

El jugador canario, que recuerda que pronto cumplirá 32 años y que en sus 14 temporadas como profesional no siempre fue consciente de lo que estaba viviendo, destaca que "jugar una Final a Cuatro siempre es especial".

"Te metes en la vorágine de partidos y no asimilas lo que estás viviendo. No mucha gente en Europa tiene la oportunidad de jugarla. Esta será mi quinta Final a Cuatro. Hacerlo con el Real Madrid y con el CSKA es algo de lo que me siento muy orgulloso", señaló.

Rodríguez aseguró que en clubes grandes como el Real Madrid y el CSKA "la presión siempre está presente, sea el torneo que sea, independientemente de lo que hayas ganado antes".

"Siempre hay que ganar lo siguiente. Y eso para un deportista es lo máximo a lo que puedes aspirar. Tener esa presión, saber llevarla, jugar con ella y vivir con ella es muchas veces complicado. Pero es muy bonito y cuando consigues los objetivos, todavía más", subrayó.

Reconoció que guarda "recuerdos muy bonitos" del Real Madrid y ahora quiere también tener "esos recuerdos" en el CSKA y cuando mire "atrás sentirse orgulloso" de su "época en Moscú".

A nivel personal, destacó que ha sido "un año bonito" y que la "adaptación a una nueva cultura y a una nueva ciudad ha sido muy buena".

"Estamos todos muy contentos. Ya ha sido todo mucho más fácil de lo esperado. Siempre hay esa sensación de que Moscú está muy lejos, de que hace mucho frío, de que no se vive bien, pero es todo lo contrario, es un sitio agradable", resaltó.

Sólo un pero y no es el frío, que tampoco "superó las expectativas" del exjugador madridista, sino la falta de luz, que se le hizo un poco dura en noviembre y diciembre, crisis que superó con la llegada del invierno que despejó de un golpe los cielos de Moscú.