Alexánder Mesa Travieso, Nano, se enfrentará mañana por primera vez al Tenerife y jugará en el Heliodoro Rodríguez López un partido oficial dos años después, desde el 29 de mayo de 2016.

Ese día no imaginó que, unos meses más tarde, acabaría desvinculándose de su club de formación. Pero el Éibar apareció para hacerse con sus servicios en agosto de ese año, coincidiendo con el estreno de los blanquiazules en campo propio en la temporada 2016/17. De esta manera, el delantero inició una etapa en la Península que lo llevó inicialmente al conjunto de Ipurúa y luego al Levante, con los que disputó quince partidos de Primera. Finalmente, en el pasado mercado de enero volvió a Segunda para reforzar a un Sporting que cuenta con los puntos en juego mañana en la Isla para seguir aspirando al ascenso directo a la máxima categoría.

El atacante tinerfeño reconoció ayer que siente "muchas ganas" de que llegue el momento de reencontrarse con el que fue su estadio. Además, anticipó cuál será su actitud si logra batir al portero local. "Nunca celebraría un gol en el Heliodoro, porque ahí está la afición que me lo ha dado todo y merece un respeto", advirtió Nano, que ha intervenido en quince encuentros, siete como titular, y ha marcado dos tantos con el equipo gijonés.

En cuanto al recibimiento que le vaya a dispensar el público, se mostró expectante. "No puedo juzgar a nadie. Que la gente haga lo que quiera. La respetaré al cien por cien, porque me lo ha dado casi todo".

Nano contó que tuvo la oportunidad de regresar al Tenerife la pasada pretemporada y también en el período de altas de enero de 2018. "Hubo contactos, pero no se pudo hacer. Luego recibí la oferta del Sporting y no la quise desaprovechar", dijo.