Joseba Etxeberria no se separa ni un ápice de su manual de estilo y, aunque acepta preguntas sobre su futuro, normaliza la decisión que pueda tomar el club. Incluso, si esta no le favorece. Lo hace insistiendo permanentemente en que su atención está centrada en el que el Tenerife vuelva a ganar. Hoy lo intentará contra el Sporting.

¿Semana atípica?

Es una semana un poco diferente, corta, y hemos incidido más en espacios reducidos y tiempos cortos para recuperar un poco la chispa y el dinamismo. El objetivo es que el equipo llegue con energía al partido, que será muy intenso.

Viene el Sporting a por todas después de sus últimos resultados.

Es un partido bonito, entre dos buenos equipos, viernes a la noche y con ellos teniendo mucha necesidad. Pero nosotros tenemos la misma ambición. Es verdad que es un equipo diseñado para estar arriba, y de hecho están, pero es un aliciente más. Jugamos en nuestro estadio y queremos volver a saborear una victoria. Lo afrontamos con esas ganas y estamos mentalizados y deseosos de revertir la situación de estos últimos resultados. Será complicado, pero también creo que será disputado. Hay estímulos más que de sobra para que el equipo dé el callo.

Regresa Bryan Acosta. ¿Habrá cambios en el once?

Es posible que hagamos algún que otro cambio, pero siempre en beneficio del equipo. Intentando ser competitivos y analizando lo que nos vamos a encontrar con el rival que tenemos enfrente. Cuando no ganas siempre quieres que el siguiente partido llegue lo antes posible y vamos a afrontarlo con todas las garantías. Hay ganas de hacerlo bien y esperemos que eso se traslade a la precisión, a tener situaciones de ataque. Siempre tratamos de ser rápidos, verticales, buscar la portería contraria. Ante el Sporting, también.

El Tenerife ha ganado muy pocos partidos sin Longo.

Incluso nosotros lo hemos comentado, pero no me gusta hablar de eso. Es verdad que, desde que se lesionó contra el Sevilla Atlético, no hemos ganado. Eso nos dice que es un grandísimo jugador y es nuestro máximo goleador. Pero no me gusta hablar de esas cosas porque te lo acabas creyendo y es un punto negativo más que añades a la hora de intentar ganar el siguiente partido. No está Longo, pero seguimos teniendo muy buenos delanteros.

¿Cree que tanto dentro como fuera del equipo se adelantó en exceso la rendición tras perder en Vallecas?

Puede ser. Al final, todos somos conscientes de las dinámicas y de las situaciones. Se había complicado porque cuando no ganas se complica, pero la hora de ruta estaba clarísima. Desde que vine he lanzado el mismo mensaje, que no creo en las matemáticas. Desde que hay un empate, hay puntos que no son de nadie. Y no hay tanta diferencia entre el último y el primero. Los cuatro últimos ganaron en esta jornada. No es un guion que me he inventado, sino que se está viendo. El único camino es preparar el siguiente partido al detalle y controlar lo que está en tu mano. Otros partidos no los puedes controlar y no te puedes desgastar en eso. A todo el mundo le cuesta ganar. La experiencia me ha dicho, especialmente en Segunda, que los cálculos no sirven de nada. Hay siete puntos de diferencia y quedan nueve. Está muy complicado, pero vamos a ver hasta dónde llegamos. Por lo menos, vamos a intentar acabar la temporada dando todo lo que tengamos dentro. Luego veremos dónde acabamos.

Le vimos hablando esta semana con Alfonso Serrano. ¿Hay algo nuevo sobre su futuro?

Charlas con Alfonso (Serrano) desde que he venido he tenido un montón. Fue una más. Nada diferente al resto. Pero al final entiendo que se hable del futuro. Llevo poco tiempo como entrenador, pero mucho en el fútbol. Entiendo todas las opiniones, a gente que diga que cómo me van a ofrecer la renovación si lleva el equipo cinco partidos sin ganar. Y a otros que dirán que cómo no le van a renovar si cuando vino estaba a un punto del descenso y ha ganado la mitad de los partidos. Yo he venido aquí a hacer un trabajo y tengo la sensación, porque vivo en Santa Cruz y hablo con gente, de que se valora mucho lo que estoy haciendo. Eso, para mí, es lo más importante. Mucho más que un contrato. A un entrenador eso le hace sentirse bien.

¿Se ve más lejos de renovar que hace un mes?

Ya se verá. Si quieren hablar conmigo para el futuro, perfecto. Si no, seguiré mi camino. Esto es el fútbol y hay que aceptar todas las situaciones. El trato y la cercanía con el club y los dirigentes es igual que al principio. Entiendo que salen informaciones en la prensa, que unas veces estás más cerca y otras más lejos, pero no me desgasto en eso. Esto es fútbol y tiene mucha repercusión, especialmente en equipos como Tenerife por su masa social. Pero yo estoy pensando en hacer un buen partido contra el Sporting.

¿Se plantea dar una oportunidad a Carlos Abad cuando el equipo se quede sin opciones?

No me paro a pensar en hipótesis. Quiero a todos los jugadores al cien por cien en ese partido. Aún así, será difícil. Si pensamos ya en otras cosas, será complicado. Al principio me decanté por Dani, pero veo entrenar también a Carlos y Ángel. Son muy buenos porteros. Hasta ahora he elegido a Dani y mañana (por hoy) veremos a ver lo que pasa.

¿Eso quiere decir que no dará oportunidad a los suplentes a partir de ahora?

Olvidaros de eso. Independientemente de que tengamos más o menos posibilidades clasificatorias, yo voy a sacar el equipo que yo creo que más posibilidades me da para ganar el siguiente partido. Tengamos opciones o no, solo me voy a parar a pensar en ganar.

¿Considera importante que el Tenerife B ascienda a Segunda B?

Sería muy importante porque, aunque en la base se está trabajando muy bien, esa categoría le daría más oposición para mejorar a la siguiente camada. Lo importante es que los jugadores lleguen lo más completos posible al primer equipo. Tienes la tentación de coger atajos, pero hay que potenciar lo que se hace bien y mejorar aquellas cosas en las que se puede dar un salto. Los resultados distorsionan un poco eso, pero ojalá que celebren un ascenso por el temporadón que están haciendo. El fútbol de élite exige una barbaridad y la tendencia es hacia atletas que juegan bien.

Esta semana se cumplieron ocho años de su retirada.

Se me ha pasado volando. Disfruté muchísimo de mi etapa como jugador, mucho más de lo que pensaba cuando empecé. He hablado con compañeros a los que les ha costado más dejarlo, pero yo lo tenía claro. La última temporada me dio para despedirme de mucha gente y no me costó nada cambiar el chip. Tenía claro que quería seguir como entrenador, pero el tiempo vuela. Es increíble que hayan pasado ocho años.