La primera vez que Bruno Hortelano besó una pista fue hace casi dos años, cuando batió el récord de España de los 100 metros lisos en Moratalaz -Madrid-. La segunda, y última hasta el momento, acaeció ayer en el Centro Insular de Atletismo de Tenerife -CIAT- en Tíncer. "Lo he hecho en esta pista porque aquí, en la calle cinco, es donde siempre habrá sido mi regreso después de un camino muy difícil. Siempre será especial", señaló el internacional español tras regresar a la competición tras casi dos años en el dique seco, debido a un accidente de tráfico que casi lo deja sin su mano derecha.

El vigente campeón de Europa de los 200 metros lisos fue la atracción del Mitin de Santa Cruz de Tenerife. Muy concentrado desde los prolegómenos de la carrera de los 400 metros lisos, Hortelano hizo las delicias del numeroso público citado en las gradas del CIAT, que lo espoleó hasta el último metro, algo que el atleta quiso agradecer de su viva voz.

Todavía con el corazón a mil atendió a los medios de comunicación para apuntar, en primer lugar, "esto sí es un sueño. Ni siquiera he visto la marca, pero me da igual porque puedo volver a sentirme como soy y como me quiero ver, como un atleta fuerte y capaz de cruzar metas de nuevo".

El viernes, en la presentación de su vuelta, había explicado que batir su marca personal de 400 -46.22- era un extra, mas nunca un objetivo en sí. Cuando se le comunicó que la había mejorado, gracias a los 45 segundos y 96 centésimas registradas, su rostro mostró una emoción inusitada. Digirió el hito y sopesó las mejores palabras para un momento de suspense. "He vuelto y estoy para quedarme y superarme", soltó el olímpico en Río de Janeiro 2016, que precisamente había disputado su última competición en la cita con los aros.

Cuestionado por la carrera en sí, Bruno explicó que el objetivo "era salir a disfrutar. Lo he hecho plenamente. No me he encontrado nervioso en ningún momento, como me sucedía en algunas pruebas de hace dos años". El velocista partió "rápido. En la contrarrecta me he relajado de la forma que quería, para luego ganar potencia en la segunda curva y aprovechar la fuerza del público, que estaba chillando y dándome fuerzas para llegar a la meta".

El plusmarquista nacional de 100 y 200 metros lisos agregó que "la sensación" en Tíncer había sido "muy distinta a cualquier otra carrera porque había mucha emoción en el ambiente".

Hortelano se mostró "agradecido de por vida" a toda la gente que le ha "apoyado durante tanto tiempo. Espero que podamos seguir soñando y que lo hagan todos conmigo", apuntó. A todos ellos les quiso dedicar este brillante retorno. "He cruzado la meta yo solo, pero en realidad tenía a cientos de personas detrás de mí".

El CIAT es la primera de muchas citas para un Bruno Hortelano que tiene "metas muy grandes a medio y a largo plazo", como el venidero Europeo de Berlín o los Juegos Olímpicos de Tokio 2020.

Por de pronto, ya siente que se ha "levantado de verdad" tras "muchos obstáculos" padecidos en estos casi dos años de recuperación sin cuartel. La de Bruno no solo es la historia de un campeón, sino la de un atleta que no tiene límites por más cuesta arriba que la vida se ponga.

Bruno Hortelano

actual campeón de Europa de 200 metros