El Tenerife llegó a la penúltima jornada de Liga con remotas opciones de poder seguir considerándose un candidato más a entrar en los puestos de promoción.

Esa "realidad virtual" no pasó de la visita de ayer al Ramón de Carranza, donde el equipo estaba obligado a ganar. El empate apagó la calculadora. En cualquier caso, el triunfo tampoco le habría servido, ya que la combinación de resultados en otros campos no llegó a ser plenamente beneficiosa. Todos los marcadores le ayudaron, menos la victoria del Osasuna.

En la última jornada, el representativo tendrá la oportunidad de subir un puesto. Es undécimo y el único club al que puede rebasar es el Granada, que tiene uno más y recibirá al Cádiz. Los de Etxeberria jugarán el sábado, a las 19:30, ante un Albacete que se presentará en el Heliodoro sin la salvación asegurada. De hecho, está pegado a la zona de descenso con un margen de un único punto.