El Real Madrid cumplió con su papel de favorito y, una semana después de proclamarse campeón de la Euroliga, evitó sorpresas en el arranque de las eliminatorias por el título de la Liga Endesa con un sólido triunfo ante el Iberostar Tenerife (83-73). Los insulares acusaron el discreto partido de Ponitka, sus malos porcentajes de triple y tiro libre y la superioridad blanca en el rebote.

Desde el salto inicial, el líder de la fase regular quiso demostrar su buen momento de juego ante el octavo clasificado y, con una férrea defensa y los triples de Luka Doncic, Jeffery Taylor y Facundo Campazzo, se puso 11-0 ante la desesperación de un Fotis Katsikaris obligado a parar el partido y a introducir sus primeros cambios antes de lo previsto.

La respuesta tinerfeña llegó de inmediato, con un parcial de 9-0 comandado por Mike Tobey y Kostas Vasileiadis, que pareció volver a poner las cosas en su sitio, hasta que otro arreón blanco a las órdenes del "MVP" Doncic cerró el primer cuarto con los locales seis arriba (21-15).

Aunque acusaban el mal partido de un desaparecido Mateusz Ponitka -cinco créditos de valoración en su haber al final del enfrentamiento-, los visitantes llegaron a ponerse a dos puntos en la reanudación, pero enfrente tenían a un rival en el que todos sus jugadores aportaban en ataque, castigando cada error del Iberostar, y se mostraban intratables bajo su aro.

El estadounidense Jaycee Carroll, con doce puntos en seis minutos y medio, abrió una nueva brecha de 13 puntos a la que contribuyó un Anthony Randolph que aportaba canastas y rebotes. Al descanso se llegó con una cómoda renta para los de Pablo Laso (42-33).

El Iberostar Tenerife se resistía a dejar escapar a los blancos, en busca de llegar con opciones al final del choque. Se mantuvo durante muchos minutos seis abajo, pero el Real Madrid aceleró de nuevo hasta llegar a los últimos diez minutos con medio partido en el bolsillo (58-48).

Sergio Llull, con dos triples marca de la casa, subió a catorce la máxima diferencia de un equipo que no bajaba el pistón para evitar que el representativo tinerfeño soñase con asaltar el capitalino WiZink Center.

Aunque de nuevo se apretó el choque con la reacción final comandada por Tobey, el mejor de los suyos con 21 puntos, que se empeñó en dar emoción a la mañana poniendo a los suyos cinco abajo a tres minutos del final. El inmediato triple de Luka Doncic acabó con la resistencia del conjunto isleño.

La serie se traslada mañana a Tenerife, donde los de Fotis Katsikaris tratarán de forzar ante su público el tercer partido frente un rival en forma y con la moral por las nubes tras su éxito europeo que intentará lograr su billete para semifinales por la vía rápida.