Se suele decir que en estos partidos gana el que más lo necesita. Ayer fue un empate, pero al Albacete le sirvió para certificar su permanencia ante un Tenerife que, más exigido, no debería haber tenido demasiados problemas para superar a un adversario débil en las áreas y al que los nervios le fueron traicionando a medida que transcurrían los minutos. De hecho, los blanquiazules merecieron más. Pero quizás pagaron su excesiva complacencia antes del descanso.

Las pistas sobre la forma en la que afrontaban el partido los dos equipos llegaron con el anuncio de los onces. Los locales, de postemporada, cambiaron hasta de portero. Joseba Etxeberria incluyó además a Montañés y Juan Carlos en el medio, con Malbasic como sustituto del sancionado Víctor Casadesús. En cambio, los visitantes repitieron formación (cinco en el fondo) pero con la presencia de Aridane junto a Zozulia para demostrar su ambición.

Como muestra, la primera acción del encuentro: una volea de Aridane que se fue alta. A los 12 minutos repitió aviso Zozulia en medio de un ambiente desangelado. La tarde, pese al 0-0, no le iba mal a los manchegos. El resto de marcadores le daban la permanencia. Le costaba desperezarse y encontrar el ritmo a los insulares, pero Luis Milla apareció para poner un balón a la espalda de la defensa a Juan Villar. Se quedaba solo ante el portero, pero incomprensiblemente el asistente levantó la bandera. De la clarísima ocasión invalidada se pasó al 0-1. Lo convirtió De la Hoz, con un disparo desde la frontal del área que sorprendió a Carlos Abad (24'').

El Albacete ya tenía algo que proteger y a ello se entregó. El balón pasó a ser blanquiazul y pronto llegaron las primeras aproximaciones a la meta de Tomeu. Malbasic centró desde la línea de fondo y Villar cabeceó fuera (28''). El serbio, todo lo activo que pudo, buscó el balón por todo el frente de ataque, pero le faltó compañía. Los de Enrique Martín ya solo sacaban algún contragolpe y, en uno de ellos, De la Hoz rondó el segundo tanto (36'') tras un remate que envenenó Aveldaño en su intento de despeje.

Nada sucedió hasta el descanso. El Tenerife se ahogó en la telaraña tejida por los visitantes en la medular y no encontró la manera de generar ocasiones. El partido se jugaba ya en campo rival, pero el Albacete no daba la sensación de estar apurado. Más bien, se sentía cómodo defendiendo su botín con las líneas juntas y una gran cantidad de ayudas que impedían combinar a los tinerfeñistas. Era, en suma, el mismo problema que ante el Reus o la Cultural Leonesa en las segundas partes. Cuando de tomar la iniciativa se trata, sufren los de Etxeberria para encontrar espacios. Su toque, lento y previsible, no ayuda.

Buscando ensanchar el campo, dio entrada a Suso Santana en el inicio de la segunda mitad. Villar pasó a la banda izquierda. En un desplazamiento largo, Malbasic ganó la espalda a Gorosito y remató forzado ante la salida de Tomeu (50''). El partido se abrió y De la Hoz la tuvo, tras una dejada de Zozulia, pero remató demasiado cruzado (53''). Jugando más directo, los blanquiazules empezaron a sentirse cómodos. Pero también arriesgaron algo más en el pase de salida, lo que le jugó alguna mala pasada a Alberto.

Bryan Acosta fue la siguiente apuesta del banquillo local y nada más entrar al terreno de juego demostró su trascendencia en el juego insular. Se escapó en una larga galopada, peleó un balón en desventaja y acabó forzando penalti ante el superado Moreno (60''). El colegiado miró al asistente reclamando ayuda y este no le ayudó a acertar. Carlos Ruiz, de cabeza tras un centro de Iñaki, fue el siguiente en probar fortuna ante Tomeu (64''). Daba la impresión de que a los visitantes les quedaba demasiado tiempo como para festejar la permanencia. De nuevo en un centro de Iñaki apareció Malbasic para cabecear fuera después de haberse anticipado a Arroyo (66''). Cada balón sobre el área manchega era una pesadilla para Enrique Martín. En el siguiente, Suso buscó en el segundo palo a Villar y este no atinó en la ejecución (72'').

Y tanto fue el cántaro a la fuente que se rompió. Luis Pérez colgó a la frontal y Bryan, favorecido por el bote, aprovechó para fusilar a Tomeu (75''). El gol hacía justicia a los méritos tinerfeños en la segunda parte y llenaba de preocupación al Albacete. Pero no hubo razones para sufrir más. La derrota de la Cultural en Soria salvó a los de Martín.

1-1

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CD Tenerife: Carlos Abad; Luis Pérez, Aveldaño, Carlos Ruiz, Iñaki; Alberto, Luis Milla; Juan Villar, Juan Carlos, Montañés; y Malbasic. Tras el descanso, Suso ocupó el lugar de Montañés; en el minuto 59, Bryan Acosta reemplazó a Juan Carlos; en el 83, Borja Llarena a Juan Villar.

Albacete Balompié: Tomeu Nadal (1); Cifu (1), Gorosito (1), Arroyo (1), Moreno (0), Bíttolo (1); Gálvez (1), Dani Rodríguez (1), César de la Hoz (2); Zozulia (1) y Aridane (1). En el minuto 48, Morillas (0) entró por Bíttolo; en el 66, Acuña (0) sustituyó a Aridane; y en el 73, Erice (1) a Zozulia.

Árbitro: Rubén Éiriz Mata (0), del Comité Gallego, asistido por los también gallegos Roberto Vázquez Alvite y Diego Sánchez Rojo. Amonestó a Arroyo (63'') y Moreno (79'').

Goles: 0-1, m. 24: De la Hoz, de disparo cruzado desde la frontal del área; 1-1, m. 73: Bryan Acosta, con un zurdazo desde dentro del área.

Incidencias: Partido de la cuadragésima segunda jornada de LaLiga 1 2 3, disputado en el Heliodoro Rodríguez López ante 7.937 espectadores. Se guardó un minutod e silencio en memoria de Antonio Platero, jugador blanquiazul en las temporadas 61/62 y 62/63. Ambos equipos saltaron al campo con camisetas en homenaje a Rommel Fernández como recuerdo por el 25 aniversario de su fallecimiento. El Tenerife lució su indumentaria habitual, mientras que el Albacet vistió con camiseta fucsia y pantalón negro. El Frente Blanquiazul se ausentó de su ubicación habitual en la grada.