No es habitual en el Tenerife que, a estas alturas, con todo el verano por delante, solo queden cuatro fichajes para completar su plantilla. El equipo de Joseba Etxeberria estaría en disposición de competir y lo haría con todas las garantías si llegaran un lateral izquierdo, un extremo de la misma banda y dos delanteros. Y de las vacantes originadas, solo Longo era titular indiscutible porque Mula perdió esa consideración en el tramo final.

Un vistazo al curso pasado permite observar que los insulares se quedaron sin uno de sus centrales (Germán), además de perder a la práctica totalidad de su bloque ofensivo: Aarón Ñíguez, Gaku Shibasaki, Amath N''Diaye y Choco Lozano. Todo sucedió en la última semana de junio, cuando muchos equipos llevaban tiempo trabajando en la planificación de la siguiente campaña. Eran cinco plazas de titulares a cubrir, algo que provocó una depresión en el entorno tinerfeñista.

En el verano de 2016 ocurrió algo parecido. El Tenerife perdió a Saúl y Moutinho (cedidos) y descartó a Javi Lara, además de tener en duda la continuidad de Choco Lozano. Se negociaba por entonces la prolongación de su préstamo por parte de Olimpia. El objetivo pasaba por mejorar todas las líneas. La reforma necesaria era mucho más profunda que ahora y llegaron Falcón, Oriol, Aarón, Crosas o Jouini.

Sí se dio una circunstancia que ahora podría repetirse: la salida de un jugador con el mercado avanzado. Ese 2016 se fue Nano, traspasado al Eibar. Ahora, los cambios podrían venir motivados también por el interés de los futbolistas en abandonar la disciplina blanquiazul. Si es así, el número de incorporaciones se vería necesariamente incrementado.

Eso sí, salvo que algún club abone la cláusula de rescisión de Luis Milla (5 millones) o Bryan Acosta (3,5) será difícil asistir a la marcha de una pieza de las consideradas imprescindibles. Serrano no tendrá, en definitiva, que buscar "primeros espadas" sin dinero. Con la columna vertebral casi montada, la inversión principal llegaría en la delantera (falta el sustituto de Longo). Y solo si salen traspasados Carlos Abad, Jorge Sáenz o Filip Malbasic se afrontarían otras operaciones de envergadura. El terreno por recorrer es más corto.