Timothy Filiga Cahill (Sydney, Australia, 6 de diciembre de 1979) buscará hoy equipararse a futbolistas como Pelé, Uwe Seeler y Miroslav Klose. Todos ellos lograron anotar al menos un gol en cuatro citas mundialistas distintas y es ese el objetivo del futbolista australiano para su participación en Rusia 2018. A sus 38 años, ha logrado convencer al seleccionador, el holandés Bert Van Marwijk, sobre la conveniencia de su presencia en la convocatoria de los "Socceroos".

Para ello, dejó en el mes de diciembre el Melbourne City y se alistó en el Millwall, de la Championship inglesa, donde ya había militado cuando inició su periplo europeo. El máximo goleador de la historia de la selección oceánica (50 dianas) fue clave en la fase clasificatoria y en las repescas contra Siria primero y Honduras después.

Para Cahill, anotar un gol supondría cerrar el círculo que empezó a dibujar en Alemania 2006 logrando marcar el primero en la historia de Australia en un Mundial. Y el segundo, porque se estrenó con un doblete contra Japón (3-1). Cuatro años más tarde, abrió el marcador ante Serbia (2-1) y, en Brasil 2014, le hizo goles a Chile (1-3) y Holanda (2-3).

De madre samoana y padre inglés, este centrocampista con llegada y capacidad para jugar como delantero espera responder a la confianza de su jefe. "No tiene 19 años, pero es un jugador que puede marcar la diferencia y que no temblará ante 80.000 espectadores", justificó Van Marwijk al comentar su inclusión en los 23 elegidos. Eso sí, puede que empiece en el banquillo ante la aparición de Juric como goleador en ciernes.

Australia, con una liga emergente aunque alejada de los grandes focos mediáticos mundiales, necesita una buena actuación en Rusia. Le ha costado más que en anteriores ocasiones clasificarse, pero desde su inclusión en la zona asiática no ha fallado. De hecho, solicitó su entrada después de romper una racha de 32 años (siete Mundiales) sin clasificarse y argumentando que necesitaba una mayor competitividad para crecer como selección. Como prueba, un récord: el 31-0 que endosaron a la Samoa Americana el 11 de abril de 2001 es la mayor goleada en la historia de un partido oficial entre combinados nacionales.

Cahill ha sido el abanderado de una generación. Es, de hecho, el único superviviente del equipo "aussie" que estuvo en Alemania 2006. Y ahora que ve la retirada como una posibilidad cercana, pretende decir adiós con buen sabor de boca.