El CD Tenerife no ha anunciado aún nuevas contrataciones para la temporada 2018/19, pero sí cuenta con un alta en la primera plantilla, la de Ángel Galván Rivero (Santa Cruz de Tenerife, 16/4/1993). Titular con el filial y participante habitual en los entrenamientos del equipo de Segunda División, el portero iniciará el 12 de julio su primera pretemporada como profesional.

Si no cambian los planes del secretario técnico Alfonso Serrano, Dani Hernández y Ángel competirán por jugar de inicio a las órdenes de Joseba Etxeberria, siempre que el otro guardameta del plantel, Carlos Abad, consiga su propósito de salir cedido para no pasar otra campaña casi en blanco.

Galván, vinculado al representativo hasta junio de 2020 (fue renovado en 2017), tenía claro que iba a continuar en el Tenerife, incluso en el filial. El ascenso a la Segunda División B por el que luchó, sin éxito, seguramente habría reforzado esta alternativa. Pero tampoco descartaba repetir en Tercera una temporada más tras ser el menos batido de la categoría en el ejercicio 2017/18. En cambio, con la decepción de la eliminación en el "playoff" todavía latente, a manos del Ejea, recibió la noticia de que se había ganado el salto al primer equipo, en el que no era, ni mucho menos, un extraño. Aunque no ha intervenido en ningún partido oficial del Tenerife, sí sabe lo que es entrar en convocatorias. De hecho, acumula nueve experiencias en tres campañas diferentes, de la 2015/16 a la 2018/19.

Su nombre figuró por primera vez en una lista a finales del mes de abril de 2016. La baja de Dani Hernández acercó a Roberto Gutiérrez a la titularidad y, además, a Ángel a la convocatoria con vistas a un partido en El Arcángel. En esa misma temporada repitió en los encuentros de Liga con el Elche, en el Heliodoro, y el Bilbao Athletic. En la campaña posterior también pudo sentarse en el banquillo en los compromisos del primer equipo con el Elche, Lugo (Copa del Rey), Reus, Valladolid (Copa) y Numancia, mientras que en la 2017/18 fue suplente en los duelos con el Córdoba (Copa), Huesca y Cultural Leonesa.

A sus 25 años, Ángel cumple su aspiración de formar parte del plantel profesional de un club al que llegó en la categoría alevín y del que llegó a salir cedido dos temporadas seguidas, la 2013/14 y la 2014/15, al filial del Getafe, donde tuvo al exportero internacional José Francisco Molina como entrenador, y al Racing de Ferrol; en ambos casos, para adquirir experiencia en la Segunda División B. En realidad, no pudo sumar los minutos que le habría gustado. En el Getafe B intervino en 21 encuentros, todos bajo la supervisión de Molina, y en el Racing actuó en cuatro choques, dos de Liga y otros tantos de Copa. En este caso, la competencia de Juan Mackay acabó declinándose a favor del guardameta más veterano. Antes de esta etapa en la Península estuvo cerca de vivir otra, ya que siendo juvenil apuntó a los equipos de formación del Atlético de Madrid.

De Ibrahim a Ángel

Cuando Marino Bacallado y Domingo Hernández debutaron, de manera puntual, con el primer equipo del Tenerife en la década de los noventa, no era nada frecuente que un portero formado en la cantera llegara tan lejos. El paso de los años cambió esa tendencia. Ibrahim fue el tercer arquero de la plantilla que subió a Primera de la mano de Rafael Benítez, en 2001. El realejero no intervino en la Liga, pero sí jugó dos partidos de Copa. A partir de la 12/13 (Segunda B), el protagonismo creció para los guardametas tinerfeños con la presencia en la competición de Roberto Gutiérrez, Dani Hernández y Carlos Abad. El siguiente en debutar debería ser Ángel Galván.