España compite contra Marruecos en la última jornada del grupo B del Mundial 2018, un partido que traza su futuro en el torneo, con tres posibilidades, desde la primera posición y aparentemente el cuadro más accesible o la segunda plaza hasta una eliminación hoy por hoy impensable.

En el estadio de Kaliningrado, cuyo irregular estado del césped preocupa a ambos equipos y a la FIFA, la selección española necesita un solo punto para sellar su pase a los octavos de final. Otro asunto es el liderato. Ahí, las previsiones, siempre dependiendo del otro marcador de Portugal e Irán, son ganar y golear para amarrar las mayores posibilidades de terminar en la cima y, por extensión, aún aparentemente a la espera de la definición de todos los grupos, encarar un cuadro más amable. Solo sobre el papel, porque hay muchos interrogantes en ese sentido. La única certeza es que Rusia o Uruguay sería su rival en los octavos.

En el plano deportivo, la presencia de Diego Costa es indiscutible en un "once" en el que no se prevén apenas cambios, solo algún retoque, como la vuelta de Koke al centro del campo junto a Sergio Busquets en lugar de Lucas Vázquez o la posibilidad de dar descanso a David Silva o Andrés Iniesta. Si es así en alguno de los dos casos, Asensio, Iago Aspas o Saúl Ñíguez aparecen como alternativas.

No se esperan más que una o dos novedades como mucho en la alineación, que mantiene el núcleo de siempre en la retaguardia, con David de Gea en la portería, aún bajo el foco por su fallo ante Portugal pero reafirmado por la confianza de Hierro, y con Dani Carvajal, Sergio Ramos, Gerard Piqué y Jordi Alba en la defensa.

Enfrente, Marruecos, sin opción alguna de clasificación, saltará al césped acuciado por otras urgencias vinculadas a sentimientos tan arraigados en el fútbol como el honor y la dignidad.

Existen varias dudas en torno a al "once", especialmente en las bandas. Es casi seguro que el extremo del Leganés, Noureddine Amrabat, ocupe una de ellas, mientras que la otra se la disputarán el madridista Achraf, el defensa del Lille Mandyl y su colega del Fenerbache Nabil Dirar.