El Tenerife maneja un margen económico para gasto deportivo sensiblemente inferior al de la pasada temporada y para rematar la plantilla busca alternativas que le permitan disponer de más dinero. La primera, la salida de jugadores mediante la fórmula del traspaso, con un nombre por encima de los demás, Filip Malbasic.

El club ya ha "puesto" en el mercado a Jorge Sáenz, incluso mediante una conversación con el defensa central, pero el jugador que el Tenerife estima que puede dejar mejores dividendos es el delantero serbio, con quien, sin embargo, no tendría problemas en quedarse si al final no se produce su salida. La diferencia entre la rentabilidad de vender al serbio frente a otros jugadores de la plantilla estriba en dos razones. La primera, que Malbasic tiene mercado fuera de España y puede terminar saliendo a un club de otro país. No faltan aspirantes a contar con el delantero, que llegó al Tenerife después de triunfar en su país (FC Vojvodina Novi Sad) y de haber mostrado sus dotes goleadoras en Alemania (TSG Hoffenheim) y en Polonia (Lechia Gdansk). La segunda, que la salida del jugador liberaría el montante de su ficha, una de las más altas de la plantilla y, además, evitaría al club pagar la parte de la amortización de su traspaso correspondiente a este nuevo ejercicio. El precio del traspaso es de alrededor de 600.000 euros, pero su amortización está periodificada, y parte de ese dinero recae en los gastos deportivos de la campaña 2018/19, lo que debilita aún más la capacidad de maniobra del club.

Su contrato largo, le quedan tres temporadas aquí, porque firmó hasta 2021, afectará económicamente a cada uno de esos años. En época de restricciones, como esta después de haber empeorado sensiblemente el puesto en la clasificación y ver reducido el premio de la Liga, el serbio es un jugador caro, sobre todo si juega tan poco. Incluso, él mismo ha dicho que quiere tener más minutos.