La tranquila semana de concentración del Tenerife en Marbella se agitó ayer con la rescisión de los contratos de dos jugadores, Juan Villar y Juan Carlos Real.

El delantero onubense pidió desvincularse para poder firmar por tres años con el Osasuna, mientras que el mediapunta gallego llegó a un acuerdo con el club blanquiazul para unirse a otro equipo de Segunda, la UD Almería, en su caso tras comprometerse por una temporada con opción a otra.

La salida de Villar le aportará dinero al Tenerife. Concretamente, el Osasuna pagará, a cambio de la libertad del futbolista, 850.000 euros, cantidad que aumentará, en 300.000 euros, si el conjunto navarro logra el ascenso a Primera al final de la campaña 2018/19 y Juan participa, al menos, en el 60 por ciento de los minutos de la competición. Al margen del pacto con el Tenerife, el Osasuna acordó con el jugador una cláusula de rescisión de 3 millones de euros.

Villar llegó al representativo el verano pasado, tras optar por no ampliar su continuidad en el Real Valladolid y dar el visto bueno a un vínculo de tres campañas, período que quedó finalmente en una, la 2017/18, en la que jugó 25 partidos y marcó nueve goles. Fue una temporada en la que sufrió cuatro roturas musculares.

A diferencia de Villar, Juan Carlos no era una prioridad para Etxeberria. Además, su salida no deja beneficios económicos. Desde la llegada del técnico al equipo dejó de tener protagonismo. Sabiendo que le quedaba otro año de contrato, estuvo atento al mercado de fichajes para buscar un destino en el que pudiera tener otro papel. Y recibió la propuesta del Almería, que compensa el pase de José Ángel Pozo al Rayo con la incorporación del volante ofensivo coruñés. Real tuvo que realizar ayer un corto viaje en coche para unirse a su nueva plantilla, dado que, al igual que el Tenerife, el Almería está realizando este tramo de la pretemporada en Marbella. Mañana será rival de los blanquiazules en un amistoso.