El CD Dimurol Salesianos Tenerife anunció ayer la renovación de su portero titular, Yeray Olivero, con el que pretende lograr la permanencia en la Segunda División de la Liga Nacional de Fútbol Sala -LNFS-, recientemente alcanzada.

El realejero, con más de una década de experiencia en el profesionalismo español, sabe que "va a ser un reto imposible, pero también era imposible ascender".

La decisión de continuar en el conjunto orotavense no ha sido sencilla. "La negociación ha sido difícil. He tenido ofertas muy suculentas. Hay equipos de la Península, con proyectos muy ambiciosos, que se pusieron en contacto conmigo", explica.

Después de "valorarlo todo", el guardameta de 33 años determinó "seguir en casa", algo que le "viene genial. Un reto como este faltaba en mi carrera deportiva: defender un proyecto de mi tierra con jugadores de la Isla. Mi futuro está aquí siempre y cuando haya un equipo en la LNFS. El año pasado pasé una temporada dura, después de bajar de Primera a Segunda B", reconoce.

Yeray tiene interiorizado que una apuesta netamente local "no ha funcionado años atrás", mas ve a un equipo "cualificado para poder afrontar una temporada" que califica como "muy dura".

"Sabemos de la dificultad y de que si no damos el 100%, vamos a ser uno de los tres descendidos del año que viene", manifiesta.

El exjugador del Realejos, Gáldar -actual Gran Canaria-, Jumilla y Levante cree en las posibilidades. "A ver quién le quita la ilusión a este proyecto, que está forjándose con gente de la tierra, con un gran entrenador y un cuerpo técnico que lo da todo". Advierte que "lo más importante" en el fútbol sala son "las dinámicas, la parte mental".

Con el momentáneo único fichaje del santacrucero Ayose Suárez, Olivero entiende que "por nombres" serán "la plantilla más floja o inexperta" de Segunda.

Eso sí, mantener la base de los jugadores que cosecharon el ascenso. "Sabemos nuestros puntos fuertes y también los débiles a mejorar", acaba Olivero.