El Tenerife se debate en estos momentos entre dos posibilidades: disparar su última bala para hacerse con los servicios de Alexander Mesa "Nano" o repartir la pólvora apuntando a dos objetivos: un delantero de perfil más modesto en el apartado económico y un extremo derecho. Alfonso Serrano, secretario técnico blanquiazul, ya desveló sus prioridades para completar la plantilla durante la presentación de José Naranjo y aludió a estas dos demarcaciones. Pero no contó entonces que el margen económico no daba para realizar dos esfuerzos grandes.

Fue la "operación Juan Villar" la que inyectó liquidez a las maltrechas arcas del club insular, condicionadas como están por la reducción del tope salarial con respecto al ejercicio anterior. La alta ficha del onubense, así como el pago de los 850.000 euros del Osasuna en un solo plazo permitieron acometer el fichaje de Naranjo, pactado dos semanas antes con el Genk belga, y mantener un remanente para futuras operaciones. Esa cantidad se vio incrementada con la salida de Juan Carlos Real a la UD Almería.

Con el margen de maniobra actual y sin salidas en el horizonte, el Tenerife podría apostar por Nano. En los planes de Joseba Etxeberria, que se ha implicado en las conversaciones aprovechando su buena relación con Fran Garagarza y otros componentes de la familia armera, está contar con el delantero tinerfeño.

Al margen de su capacidad goleadora, valora su sacrificio defensivo y la facilidad con la que se adaptaría a un entorno que es, ni más ni menos, el suyo. Tendría el entrenador blanquiazul a ese delantero sacrificado en el inicio de la presión para que no cargue con todo el peso de esa responsabilidad Bryan Acosta.

El gran problema puede ser el coste, que dejaría maniatado a Serrano. La alta ficha del punta (por encima de los 400.000 euros) podría ser la primera exigencia del Éibar, que cuenta con más de media docena de propuestas de cesión de Segunda por Nano. La cosa podría agravarse con la solicitud de una contraprestación económica al margen de hacerse cargo de la totalidad del salario. Esto reduciría notablemente las opciones tinerfeñas de llevar a buen puerto este fichaje.

Siempre puede darse alguna salida que aligere la presión. Es el caso de Carlos Abad, puesto que ya se cuenta con otros dos porteros. Pero los dos futbolistas que arrancaron el verano con el cartel de transferibles (Malbasic y Jorge) están ahora mismo más cerca que nunca de permanecer en la disciplina blanquiazul ante la inexistencia de ofertas competitivas para aceptar su traspaso. Además, la salida de uno de ellos conllevaría la necesidad de traer un efectivo más en sus puestos, ya sea la delantera o el centro de la defensa.

En esta tesitura, la otra opción (y de momento la perdedora en las preferencias del club) pasaría por descartar a Nano y apostar por un delantero de perfil más asequible en el apartado económico. Esto permitiría abordar la contratación de un extremo derecho más parecido a Juan Villar. Para esa posición, Etxeberria solo cuenta con Suso Santana. Y aunque es cierto que ha utilizado ahí a futbolistas como Luis Pérez y Bryan Acosta, quedaría algo descompensada esa posición en la plantilla insular.

En busca de soluciones, el técnico podría dar minutos en los dos últimos encuentros de pretemporada a jugadores como Joao Rodríguez y, en menor medida, Montañés en la derecha. El mercado sigue siendo largo.

La "operación Villar", un negocio que desbloqueó el mercado

El Tenerife inyectó con la salida del extremo onubense una cantidad superior al millón de euros en sus arcas. Con eso, pudo afrontar el traspaso de José Naranjo (costó 400.000 euros, pero al firmar por 4 temporadas solo se computan 100.000 en el tope salarial) y pagará su alta ficha. El margen restante ayudará a completar la plantilla. Así, el club insular perdió a un futbolista en el que tenía mucha confianza pero que ya había cumplido los 30 años para hacerse en propiedad con una promesa de 24 y estar en disposición de afrontar la llegada de Nano.

Ya está en Pamplona

Juan Villar superó ayer en la Clínica Navarra los reconocimientos médicos correspondientes y ya está listo para ponerse a las órdenes de Jagoba Arrasate en los entrenamientos de su nuevo equipo. En Pamplona sorprendía que el exblanquiazul no hubiera llegado aún el pasado miércoles después de cinco días del anuncio del fichaje.