Es la campaña de abonados del CD Tenerife una de las más lentas de Segunda por una característica que distingue al club de la gran mayoría de sus rivales: el amplio plazo con el que cuentan sus aficionados para renovar el carnet de socio. En el caso de la presente, será hasta el primer fin de semana de septiembre. Después de recibir al Deportivo de La Coruña, perderán ese derecho y sus asientos quedarán libres. Por eso, el ritmo de renovaciones suele ser más lento que en otros equipos, en los que los plazos expiran en los primeros días de agosto.

En estos momentos, la entidad blanquiazul ha superado ya los 5.000 carnets despachados y transita por la mitad de la clasificación de abonados de Segunda. Pero el dato que permite ser optimistas tiene que ver con las nuevas altas, que superan ya las 500 cuando queda poco menos de un mes para el primer encuentro en casa.

Con este ritmo, el Tenerife podría superar los 10.000 abonados a la conclusión de la campaña y mejoraría incluso las cifras del ejercicio anterior. Los fichajes de José Naranjo y Nano han supuesto un empujón en este aspecto. Y eso que la inexistencia de partidos de pretemporada en el Heliodoro también ha ralentizado el proceso de compra.