Una respuesta insuficiente durante los primeros 40 minutos de juego y esperanzadora en los 50 restantes. Las dos caras que mostró el Tenerife en su debut en la Liga 2018/19 quedaron tan marcadas, que tanto a Joseba Etxeberria como a los futbolistas les ha resultado relativamente sencillo detectar los motivos que provocaron la peor fase de juego de los blanquiazules.

Uno de los titulares en el Nou Estadi, Samuel Camille, reconoció ayer que el Tenerife "no se puede permitir el lujo de jugar solo 45 minutos", en alusión al tramo en el que el adversario anotó su gol y estuvo cerca de lograr otro.

El francés aseguró que la frialdad del Tenerife en el arranque del encuentro no estuvo provocada por falta de motivación. "Fue más por un problema de concentración. No salimos bien, nos faltó intensidad y precisión con el balón, no estuvimos muy finos y fallamos muchos pases. Creo que tenemos que dar otra imagen, porque un partido dura 90 minutos y no 45", comentó Camille sobre una primera parte que "no fue muy buena".

Además de señalar tantos defectos, Samuel quiso quedarse con "lo positivo", es decir, con una reacción que permitió al Tenerife sumar su primer punto de la temporada. "La segunda mitad fue mucho mejor. Mostramos otra actitud, intentamos corregir los errores que habíamos tenido, luchamos hasta el final y pudimos empatar", destacó el parisino, que fue el autor del centro que aprovechó Lucas Aveldaño para batir al portero Bernabé Barragán en el minuto 94. "Casi no quedaba tiempo, estaban los compañeros metidos en el área y pensé tenía que meter el centro", contó.

"Pudimos sacar un punto, que no está nada mal por lo difícil que es la competición, pero tampoco es que estemos del todo contentos, porque la primera parte no fue buena", insistió el lateral zurdo.

En cuanto a su actuación, confesó que tuvo que subirse "al tren en marcha" de la pretemporada, ya que inició la fase de preparación condicionado por unas molestias musculares. "Sabía que me iba a costar, porque empecé lesionado. Durante el verano no tuve minutos suficientes, pero no había tiempo. Tuve que subirme al tren en marcha y creo que el ritmo y el fondo físico lo voy a coger durante la competición, trabajando más durante la semana", afirmó.