El gol de Filip Malbasic en el estadio de los Juegos Mediterráneos dio un punto al Tenerife y permitió al serbio mantener una racha que le acompaña desde la pasada temporada: si él marca, su equipo no pierde. Han sido nueve los partidos en los que ha visto portería y los resultados hablan por sí solos: seis victorias y tres empates. La relación se hace má fructífera al contemplar que en siete de esos choques resultaron determinantes sus dianas para sumar puntos.

El delantero serbio, que tuvo colgada la etiqueta de transferible desde el final de la pasada campaña, tuvo pie y medio fuera de la entidad blanquiazul. Pero unas veces el propio jugador (interés del Estrella Roja siendo él ex del Partizán) y otras el club (ofertas de escaso montante económico del AEK griego y el Krylia Sovetov ruso) desecharon las posibilidades que tuvo de abandonar la nave blanquiazul. Mientras, trabajó en pretemporada para ganarse la confianza de Joseba Etxeberria.

Y parece haberlo logrado. Por primera vez desde que el preparador vasco se sienta en el banquillo insular Malbasic ha sido titular en dos partidos consecutivos. Jugó de extremo ante el Nástic y como segundo punta en Almería. Su buen rendimiento, coronado con el zurdazo del pasado domingo, le permite recuperar crédito. Pocos dudan ahora de la importancia que puede tener en el proyecto 18/19.