Joseba Etxeberria no quiere que José Naranjo se vea afectado por las críticas del entorno ni por sus actuaciones de estas cuatro jornadas de competición. Quizás por eso, a la conclusión del entrenamiento de ayer en la Ciudad Deportiva Javier Pérez decidió intercambiar pareceres con el futbolista durante poco más de un cuarto de hora. Sus compañeros se marchaban al vestuario y, en ese momento, solo quedaban sobre el verde Luis Milla y el preparador físico Roberto Cabellud.

El preparador vasco se fue a la parte más alejada de la salida del campo 2 y se le vio gesticulando, pero también escuchando lo que pensaba el exfutbolista del Genk belga. Su preocupación ha crecido después de ver como se han multiplicado las preguntas sobre el rendimiento de un futbolista al que él mismo calificó como "diferencial". Esa presión añadida no parece estar ayudando al extremo andaluz. "No tengo dudas de que Naranjo alcanzará su mejor nivel. A él y a Nano, como al resto de la gente nueva, le cuesta un poco más, pero la dinámica tampoco ayuda", reflexionó el pasado sábado en voz alta Etxeberria.

Naranjo, que no tiene dudas sobre lo que puede aportar al equipo, sí está sintiendo la ansiedad de querer ofrecer algo de su capacidad ya a la afición del CD Tenerife. Su jefe valora si es conveniente que descanse mañana o, por el contrario, la Copa puede ser una oportunidad más para avanzar en su puesta a punto. El otro futbolista que actúa por la izquierda (Paco Montañés) tendrá minutos. Si coinciden, uno de los dos cambiaría de posición.