Joseba Etxeberria y sus ayudantes, Jorge Pérez y Roberto Cabellud, ya forman oficialmente parte de la historia del CD Tenerife al sellar en el día de ayer su desvinculación de la entidad. Con la cordialidad que siempre rodeó la relación del cuerpo técnico con el club, el acuerdo alcanzado en el Servicio de Mediación y Arbitraje (SEMAC) se produjo con celeridad. El preparador de Elgoibar no puso pega alguna a las condiciones ofrecidas y firmó su finiquito. Mucho se ha hablado en los últimos días de las razones que llevaron al Tenerife a prescindir de su extécnico, y más con la alusión de Alfonso Serrano a cuestiones de índole "privado" para no entrar en detalle, pero la realidad es que su salida responde a cuestiones meramente deportivas. Cierto es que existieron discrepancias con algunos empleados del club, pero nunca supusieron un obstáculo para el normal desarrollo de las funciones de ambos. La desconfianza, provocada por los resultados, se tradujo en una primera toma de contacto después de la eliminación copera. La cúpula blanquiazul decidió plantearse qué hacer si el resultado era negativo ante el Reus. Aun teniendo claro que la destitución era la vía más probable, no se contactó con otro entrenador hasta el domingo. Oltra fue siempre el elegido.