Bronce, plata y... ¿oro? La selección española ha marcado un camino ascendente desde que en la edición de la Copa del Mundo de 2010 luchó por vez primera por las preseas y se acabó colgando el bronce en Brno -República Checa-.

El combinado rojigualdo subió el nivel cuatro años después. En la ciudad otomana de Ankara, España se metió por primera vez en una final mundialista. La todopoderosa Estados Unidos dejó a la selección en el segundo peldaño del podio.

La gran cuestión es si la anfitriona del Mundial que hoy comienza en Tenerife podrá ascender otro peldaño, algo que muchos consideran utópico, teniendo como máxima aspirante a una Estados Unidos que se ha mostrado imbatible en los últimos dos certámenes planetarios.

Entre las huestes de la selección ya se ha manifestado lo onírico que sería volver a colarse entre las tres mejores del certamen mundial. Pero no es menos cierto que entre los entendidos se ve una oportunidad, debido a algunas bajas y la poca preparación de las norteamericanas, de que España pueda dar la gran sorpresa y acabe siendo profeta en su tierra afortunada.

Lo cierto es que España parece que se ha asentado entre las grandes del planeta en las últimas décadas, después de no haber comparecido en los 11 primeros torneos planetarios de la historia. Es evidente que el empujón que dieron los Juegos Olímpicos de Barcelona 1992 -quinto puesto- al combinado femenino ha sido crucial en el posterior devenir de la selección.

De hecho, España se proclamó campeón del Europeo un año después en Italia -la URSS, desintegrada dos años antes, había ganado la friolera de 17 campeonatos consecutivos-, lo que le granjeó el billete para su primer Campeonato del Mundo.

El 2 de junio de 1994, en Australia, España no pudo realizar mejor debut en los mundiales. El combinado dirigido por Manolo Coloma apabulló a Nueva Zelanda por 54-117, con una actuación coral. Carolina Mújica, Blanca Ares, Myriam Henningsen, Ana Belén Álvaro, Elisabeth Cebrián o Marina Ferragut, entre otras, llevaron a España a ser finalmente octava.

Cuatro años más tarde, en Alemania y nuevamente con Coloma como técnico, la selección que ya había integrado a Nieves Anula, Amaya Valdemoro o Elisa Aguilar subió prestaciones y terminó en la quinta plaza tras ser apeada de las medallas por Australia

La misma posición obtuvo en 2002. En China, Estados Unidos arrasó al equipo de Vicente Rodríguez en el que ya tenían cabida jugadoras como las canarias Rosi Sánchez y Lidia Mirchandani, así como la actual capitana de la selección, Laia Palau.

En Brasil 2006, las huestes dirigidas por Mingo Díaz retrocedieron hasta el octavo lugar. Fue el debut de Silvia Domínguez, que está en la lista de Mondelo, en un Campeonato del Mundo.

Hasta que llegó 2010 y la primera presea rojigualda. En la República Checa, José Ignacio Hernández llevó a España a la tercera plaza tras superar a Bielorrusia. Estados Unidos había vuelto a cruzarse, esta vez en semifinales. Laura Nicholls, Alba Torrens y Anna Cruz, que también estarán en Tenerife, tuvieron una primera vez soñada en una Copa del Mundo femenina.

Ya con Lucas Mondelo en el banquillo, la ansiada final llegó en Turquía 2014. Las americanas volvieron a ser verdugas. Jugadoras como Marta Xargay y Laura Gil podrán volver a intentar repetir el éxito de su primera comparecencia en un Campeonato del Mundo.