España jugó con fuego y se acabó quemando. La derrota frente a Bélgica por nueve puntos -tenía de renta siete para salvar el liderato del Grupo C- pone en el camino hacia las medallas un nuevo encuentro. La selección, que cedió su privilegio de ser primera de grupo con una canasta "in extremis" de la estrella Meesseman, se jugará su pase a cuartos de final esta noche -20:00 horas, Santiago Martín- frente a la africana Senegal -tercera del Grupo D-.

Si el combinado nacional da cuenta de su adversario de hoy, se medirá a Canadá. No se vería las caras con Australia hasta semifinales, mientras que Estados Unidos no se cruzaría en el trayecto español hasta una hipotética final -sería la misma que la de 2014-.

El problema radica en la necesidad de disputar un choque más, con lo que ello supone para un combinado castigado físicamente durante la preparación.

Las sensaciones no fueron buenas para una selección rojigualda que sigue echando de menos a algunas de sus mejores jugadoras, por momentos se desquició y perdió la producción de Ndour -fue eliminada en el último cuarto tras apenas haber anotado cinco puntos en poco más de 13 minutos-. Un pobre 35% en tiros de dos empañó una buena actuación desde el perímetro -38%-.

Tras las modificaciones efectuadas ante Puerto Rico, el seleccionador español volvió a colocar a su quinteto tipo de entrada, con Palau -ayer se convirtió en la española con más encuentros en un Mundial, con 37-, Xargay, Torrens, Nicholls y Ndour. España entró algo mejor al partido que en los dos pretéritos, con una alero mallorquina que castigó la zona belga gracias a dos triples casi consecutivos, que dejaban por delante a la anfitriona (8-9). Las peores sensaciones de España llegaron en la pintura, donde no se pudieron concretar canastas en principio cómodas. Aunque encontró en posiciones francas a Ndour, la senegalesa no vio aro -cero de tres- y, además, cometió su segunda falta en los compases finales del cuarto. Esos en los que las centroeuropeas encontraron una mejor fluidez -ocho asistencias-, no frenada por la zona nacional, jugando para el potencial físico de Linskens -cinco puntos-. Un tiro libre suyo supuso el 19-15 al final de los 10 minutos.

Cruz vio aro desde el 6,75, pero Meesseman -"MVP" de la última Euroliga-, discreta en el arranque, comenzó a aparecer, surtida por Carpreaux (25-20). Mondelo no lo veía claro y paró el choque con un tiempo muerto. Cinco puntos consecutivos de Xargay igualaron la contienda a 27, mas Meesseman se empezó a adueñar de la zona. Un dos más uno de la ala pívot disparó a su combinado al más ocho (37-29). Con este resultado, España era desalojada de la primera plaza del grupo. Ouviña agitó a España en ataque -triple de la maña- y la omnipresente Meesseman cerró el más siete al receso (39-32). Las rojigualdas tenían mucho que mejorar, sobre todo en la faceta defensiva. En ataque, el 63% de acierto en lanzamientos de tres contrastaba con el deficiente 31% en tiros de dos puntos.

La precipitación de España tras la salida de los vestuarios propició que la ventaja se fuera por encima de los 10 (45-32). La experta triplista Kim Mestdagh engrasó su fusil. Bélgica estaba fluida. Todo lo contrario que las ayer rojas, que por fin hallaron los puntos de Ndour -cuatro seguidos- en la pintura (45-36). Cuando mejor estaba, la africana recibió la cuarta falta personal... Torrens y Xargay trataban de contrarrestar la producción de una escolta belga en estado de gracia, que anotó 12 puntos consecutivos (56-42). Los árbitros señalaron dos técnicas consecutivas a España por protestas -Palau y Cruz-. La selección estaba desquiciada. La escolta dejó el marcador en 15 de distancia (61-46) con una gran canasta en suspensión "in extremis".

Mondelo tiró de Ndour para buscar la remontada, pero pronto Meesseman la sacó de la circulación -quinta falta-. Un parcial de 0-5 significó el tiempo muerto del técnico Phlilip Mestdagh. Nicholls se echó el equipo a sus espaldas y el cerco se estrechó hasta las ocho unidades (69-61). Jaque al liderato y otro parón del entrenador belga, que veía cómo a las suyas también les temblaba el pulso para rematar la faena, a pesar de disponer de tiros liberados. Kim Mestdagh anotó una de las dos tentativas desde el 4,60, tras falta de Cruz. Quedaban 24,0 segundos. Es decir, una posesión completa. A pesar de que Nicholls se jugó un triple fallido cuando quedaban más de ocho segundos, Allemand pisó la línea de fondo y concedió el balón a España. Xargay forzó una falta personal a 1,1 segundos, que transformó (70-63). La selección recuperaba la primera plaza provisional. Mestdagh agotó sus tiempos para generar una jugada: doble bloqueo para que Allemand asistiera a Meesseman, que ajustició a la subcampeona del mundo. Uno de los debutantes del torneo ya está en cuartos de final.

72-63

19-15

20-17

22-14

11-17

bélgica-España

Bélgica: Allemand (5), Kim Mestdagh (21), Delaere (7), Meesseman (19) y Linskens (5) -quinteto inicial-. También jugaron Carpreaux (4), Wauters (2), Hanne Mestdagh (1), Vanloo (6) y Raman (2).

España: Palau (2), Xargay (13), Torrens (16), Nicholls (12) y Ndour (5) -quinteto inicial-. También jugaron Ouviña (5), Domínguez (-), Cruz (8), Casas (-), Arrojo (-), Gil (2) y Sánchez (-).

Árbitros: Yohan Rosso (FRA), James Boyer (AUS) y Nicolás Fernandes (TAH). Excluyeron a la local Ndour y a la visitante Vanloo al acumular ambas cinco faltas personales.

Incidencias: Pabellón Santiago Martín. Partido correspondiente a la tercera jornada del Grupo C de la Copa del Mundo de Baloncesto Femenino 2018. Unos 3.500 espectadores presenciaron el choque, entre los que se registró una buena afluencia de seguidores belgas.