Jorge Sáenz de Miera Colmeiro (17-11-96) cumplió el pasado sábado en El Arcángel 75 partidos de Liga con el CD Tenerife. Después de una campaña "extraña", el defensa asegura que en el presente curso está notando mejores sensaciones.

¿Cómo es trabajar con Oltra?

Me parece un entrenador muy cercano, sin dejar de establecer una diferencia entre el técnico y el jugador. Permite el diálogo y las opiniones para mejorar en beneficio del grupo... Da mucha confianza. También estamos haciendo un trabajo muy intenso con él. Realmente tenemos la base de lo que ya veníamos haciendo, pero estamos aprendiendo muchas cositas; como quien dice, un "plan B".

¿Costó la adaptación al sistema que utilizaron en Córdoba?

El modelo que usamos no tiene nada que ver con el que anterior. Cambiamos a una defensa de tres o de cinco, según se mire. Ahora no tenemos esas semanas de pretemporada sin competición para coger conceptos, sino que el proceso tiene que ser más acelerado de lo normal, y creo que estamos respondiendo bastante bien. Aún quedan cosas por mejorar, pero estamos en el buen camino.

¿Cuál es la principal diferencia entre ese estilo y el de Etxeberria?

Respecto a la intensidad y demás, es lo mismo. Con Oltra nos estamos centrando ahora en tener más el balón, estar más juntos cuando no se pueda presionar, y cuando tengamos que ir a presionar, que sea de verdad e ir todos a una.

¿Cómo le sentó la destitución de Joseba Etxeberria?

Fue algo muy repentino, pero estas cosas pasan en el fútbol. Y cuando te cambian a un entrenador, te tienes que acostumbrar rápido para coger los conceptos del que llega. El proceso de adaptación debe ser más rápido porque no tienes una pretemporada. La atención tiene que ser el doble en estos casos.

¿Cómo definiría la relación entre la plantilla y Etxeberria?

La actitud del míster con nosotros y del equipo hacia él siempre fue buena. Ni entro ni quiero entrar en los motivos de su destitución. Es algo institucional. Todos estábamos contentos con Etxeberria: la afición, el club, los jugadores... Pero en el fútbol es normal que se cambien a los entrenadores.

¿Les está pesando no ganar?

No miramos si estamos en lo más alto o en lo más bajo, que es nuestro caso. Nos centramos en cada partido y sabemos que quedan muchos. Si no lo haces así, realmente te vienen los problemas. Nuestro trabajo está siendo bueno, aunque podría ser mucho mejor. Nos están faltando cosas que estamos intentando mejorar, pero no nos volvemos locos por ello.

¿Qué le hace ser optimista?

Que el potencial que hay en la plantilla es muy alto. Sabemos que en la Segunda División da igual cómo empiezas y que solo importa cómo acabas. Hay muchos equipos que comienzan abajo y terminan arriba, y viceversa. Es algo que a uno le da tranquilidad: que hay mucho margen para subir y bajar en la clasificación. Pero tenemos que centrarnos en ganar; y si no es así, en puntuar, que es lo que estamos haciendo.

Entonces, no teme que la temporada vaya a ser de sufrimiento.

Para nada. Si empezamos a mermarnos así tan pronto, sí esperaría una temporada difícil, pero somos optimistas, porque sabemos que tenemos una plantilla con mucho potencial y un buen cuerpo técnico. Vamos a tratar de empezar a cosechar resultados poco a poco y mejorar en los partidos.

¿Le preocupa algo en particular del partido con el Cádiz?

No. No deja de ser un partido de Liga más. Tendremos que tratar de conseguir el primer triunfo, sobre todo en casa, delante de nuestra gente, y hacernos fuertes en el Heliodoro. El partido de Copa no tiene nada que ver, es otra competición. Es agua pasada. Tenemos que contrarrestar sus armas con las nuestras y hacernos fuertes.

¿Está conforme con su papel?

Al principio cuesta más coger el ritmo de competición, pero lo voy consiguiendo con el paso de los partidos. Estoy teniendo la fortuna de ser titular, y pelearé para seguir así muchas jornadas más. Voy con más confianza poco a poco. Si un jugador está bien, es beneficioso para un equipo.

¿Está teniendo mejores sensaciones que en el curso pasado?

La pasada fue una temporada extraña, pero me sirvió para mejorar como futbolista. Estoy seguro de que se verá el resultado.

¿Qué aprendió?

A valorar los momentos en los que las cosas van bien y a no venirte abajo si van mal. Sé que todo no va a ser siempre bonito en esta profesión. En los momentos difíciles tenemos que estar más juntos que nunca, confiar en los compañeros, poner cada uno un poco más de su parte en el verde y evadirnos de lo que pasa fuera.

¿Se planteó cambiar de club?

Es verdad que en los momentos malos uno siempre trata de buscar soluciones en otro lado, pero en verano estuve muy tranquilo porque quería continuar en el Tenerife, como pasó en otros años en los que no completé mis mejores temporadas. Así fue: me quedé confiando en mis compañeros y en el club. Es algo recíproco. Espero que salga todo bien. De momento no va mal, pero se puede mejorar.