Se acabaron las medias tintas, España tiene que sacar todo su potencial a relucir si quiere estar mañana entre las cuatro mejores. Entrar en la "final four", como ya indicó en días pasados Lucas Mondelo, supondría un éxito. Canadá, invicta y superando con cierta solvencia a Francia, será un hueso duro de roer para el combinado rojigualda.

El encuentro, en horario y feudo familiar para España (20:00 horas, pabellón Santiago Martín), será un duelo de órdago. La selección intentará recuperar unas sensaciones que tan solo se vieron por momentos en el encuentro frente a Japón. De resto y, en mayor medida en la primera parte de los partidos, las de Mondelo no se han encontrado a sí mismas y eso las ha llevado por los derroteros más largos.

Ante Puerto Rico cedieron en los primeros diez minutos (8-15), mientras que el segundo parcial (18-10) las llevó a marchar por delante al descanso. Dos días más tarde, ante Bélgica, el guion inicial se reprodujo durante veinte minutos más y eso arrastró a España a la derrota que las condujo hasta el clasificatorio para cuartos de final ante Senegal. Las africanas, pese a no derrochar técnica, optimizaron su físico y el espacio que dejaba la flotación de las defensoras españolas para tirar desde el perímetro. Un inicio en el que las anfitrionas no supieron convivir con el error y acabaron sufriendo para igualar antes del descanso (34-34).

Quizá el perfil medio-bajo de los anteriores rivales daba la posibilidad de empezar a medio gas. Con Canadá eso es impensable. Si algo han hecho bien las jugadoras dirigidas por Lisa Thomaidis en esta Copa del Mundo es castigar los errores de los adversarios; tanto ofensiva como defensivamente. España tiene que ser la maquinaria de engranaje perfecta que acostumbró en los pasados Mundiales, Eurobasket y Juegos Olímpicos. Aún pervive la columna vertebral.

Las canadienses poseen un gran elenco de jugadoras exteriores que son capaces de ejecutar desde el perímetro, pero no desatiende a las labores en el "center". Han dominado la pintura en cada uno de los encuentros que han disputado. El duelo reboteador así lo refleja. En el choque del debut, Canadá dominó con 51 rebotes -19 ofensivos, 32 defensivos-, frente a los 27 capturados por las griegas. Ante Corea del Sur, la comparativa fue más abrumadora: 47 -16 ofensivos, 31 defensivos- por los 29 de las asiáticas. Mientras, ante Francia estuvo más igualado: 38 -13 ofensivos, 25 defensivos- a 34. Las estadísticas erigen a las americanas como la selección con mejor promedio de rebotes ofensivos (44%) y la tercera máxima reboteadora del campeonato por detrás de Nigeria y Australia. Por su parte, España ocupa el sexto lugar.

A nivel individual habrá que vigilar a Kia Nurse. Con la escolta del New York Liberty no cabe la flotación. España, junto a su afición, a hacer de otoño para que caigan las de la hoja de arce y ser semifinalista.