El Iberostar Tenerife sacó adelante ayer un partido muy complicado ante el Cafés Candela Breogán, un choque entre dos equipos que salieron con diferentes velocidades a la cancha, pero que los locales supieron reactivar a partir del tercer cuarto y conseguir un triunfo merecido y necesario.

Aniano Cabrera, gerente del Iberostar Tenerife, decía ayer por la mañana en Radio El Día que era importante ganar al Breogán, aunque se jugara mal. Y así pasó, a medias. Los tinerfeños se vieron ante un rival intenso en defensa y acertado en ataque y que los puso contra las cuerdas durante veinte minutos, pero no supieron mantener ese nivel de juego los otros veinte.

Alec Brown y Lucio Redivo, acompañados por un buen Cvetkovic en la dirección, lograban llevar con acierto el ataque de su equipo. Redivo lograba tirar sin oposición, lo mismo que Brown, que salía hacia afuera de la zona para tirar y anotar.

El Iberostar, en cambio, no jugaba en ataque con agilidad y los errores fueron haciendo daño al grupo. 7-14 para los gallegos, que empezaban a asustar. McFadden era el único que lograba tirar de sus compañeros y sus puntos juntos con los de Iverson mantenían al Iberostar en el choque.

Mejoró algo el Iberostar Tenerife en el segundo cuarto, al menos los gallegos no consiguieron abrir mayor diferencia, aunque con un 20-34 en el inicio del segundo parcial alcanzarían su mayor renta.

El Iberostar Tenerife seguía sin estar bien en la cancha. Algo mejor en defensa, pero en ataque con problemas, principalmente por la falta de fluidez. Un dato, el jugador llamado a anotar de fuera, Lucca Staiger, no tiró a canasta en los cinco minutos que estuvo en cancha, principalmente, porque no le llegó el balón.

Pese a todo, al descanso se llegó con un 34-45 con unos datos realmente preocupantes, ya que Iverson (13 puntos), McFadden (13), Abromaitis (6) y Brussino (2) eran los únicos que habían anotado y eso que todos, salvo los vinculados, habían tenido minutos.

También hay que destacar la lesión, en un tobillo, de Brown, que ya no pudo jugar más. Cambió todo tras el descanso. El equipo se reorganizó y solo hizo ser más intensos en defensa y mejorar el ataque. Poco a poco el equipo se fue hacia arriba. Quizás en esta ocasión habría que decir que un buen ataque hizo una buena defensa porque desde que el Iberostar Tenerife empezó a anotar en ataque, subió notablemente su nivel defensivo.

Fue McFadden el auténtico revulsivo. Tiró del carro en todos los aspectos. Anotó, robó balones en defensa y asistió a sus compañeros. Parcial de 12-0 para los tinerfeños (46-47) y por primera vez se metía en el encuentro el equipo. Fue precisamente el escolta canarista quien anotaría el triple que pondría a su equipo por delante (52-49).

Ya el Iberostar Tenerife iba a otra velocidad. Se estaba gustando y eso le llevó a empezar a dominar con claridad ante un rival que no pudo aguantar el ritmo local.

En el último cuarto fue un festival de triples. Cvetkovic, del Breogán, empezó para poner el 69-65, pero de forma consecutiva anotarían los canaristas San Miguel, Beirán, Bassas y Abromaitis para sentenciar el choque a falta de tres minutos (81-67). Hubo tiempo para que Txus Vidorreta diera minutos a Mad Bonde y segundos al joven Samuel Rodríguez.

Y ahora, un día de descanso y mañana (19:30) de nuevo a jugar, en casa ante el Obradoiro.