El Iberostar Tenerife sacó adelante un partido complicado frente al Monbús Obradoiro, un conjunto que llegaba a la Isla sin conocer la derrota en las dos jornadas disputadas y, además, de vencer a todo un Herbalife Gran Canaria el pasado jueves.

Era uno de esos encuentros trampas en los que parecía que te ibas a enfrentar a un grupo mucho más hecho que el tuyo y que tenías que esforzarte al máximo para poder conseguir el triunfo.

Y así fue. El Iberostar Tenerife salió muy metido en el partido y preparado para afrontar un encuentro duro ante un adversario que contaba con excelentes jugadores en todas sus posiciones.

McFadden volvió a destacar en la faceta anotadora -25 puntos-, pero también hay que mencionar el trabajo de todo el grupo y en especial la labor de Rodrigo San Miguel que se encargó de Vasileiadis, máximo anotador hasta el momento de la Liga y que ayer se quedó con solo tres puntos.

Tan metido salió al parquet el Iberostar Tenerife que de entrada se puso con un 7-0 en el marcador, defendiendo con muchas ganas y aprovechando los errores visitantes para anotar.

Poco a poco el Obradoiro se fue metiendo más en el partido. Sus exteriores no estaban cómodos y su ataque se dirigió a los interiores donde el islandés Hlinason -2,16 de estatura- empezaba a causar problemas.

Los gallegos llegaron a ponerse por delante antes de llegarse al término del primer cuarto (15-17), pero los locales no estaban dispuesto a ceder más.

Los dos equipos fortalecieron su trabajo defensivo en el segundo cuarto. Nadie quería ceder y sabían que atrás se decidiría mucho. Brussino se dejó ver en este cuarto con dos triples y los tinerfeños volvieron a tomar el mando con cierta claridad. Y es que el Iberostar, en estos dos primero cuartos buscó su equilibrio y no abusó de las precipitaciones. Iverson y Abromaitis acompañaron bien el juego de los exteriores quienes encontraron ocasión para lanzar, aunque muchas veces sin éxito.

Fue en el tramo final del segundo cuarto cuando el Iberostar Tenerife dio un pequeño empujón en su marcador y McFadden anotó un triple para poner, hasta el momento, la máxima diferencia (32-29).

La salida del descanso fue vital. Dos triples de Beirán descontrolaron al rival que no supo reaccionar con acierto. Solo Ben Simons era la única referencia ofensiva de los visitantes que vieron como el Iberostar Tenerife se empezaba a ir en el electrónico.

Tal y como estaban jugando los dos equipos parecía que el partido ya estaba hecho. Del 39-23 se pasó a un peligroso 43-33 tras canastas de Simsons y la primera canasta de Vasileiadis puso el 45-36 (min.25). Momentos delicados para los locales, pero que no se arrugaron, sino ajustaron aún más su defensa para preparar el ataque.

El equipo canarista es un grupo al que siempre tienes que estar vigilando porque en cualquier momento pueden darte una sorpresa. Y así fue. Tras terminar en 54-41 el tercer cuarto, en los primeros cinco minutos del último cuarto terminaron por hundir al rival. Triple de McFadden, luego de Abromaitis, canasta de Iverson y ya la ventaja se fue hasta los 20 puntos (69-49) y más de cuatro minutos para terminar el choque.

Los gallegos bajaron ya los brazos y esperaron el final del choque mientras que los locales seguían disfrutando de unos minutos finales como premio al trabajo anterior.