España, intratable desde que Luis Enrique se hizo con su banquillo, quiere cerrar por la vía rápida el pase a la fase final de la Liga de las Naciones con un nuevo triunfo ante Inglaterra, rival frente al que se inició este nuevo ciclo y con el que se mide hoy en el Benito Villamarín de Sevilla.

El preparador asturiano afrontará en el estadio bético su cuarto partido como seleccionador y en los tres anteriores levantó la moral de un equipo tocado tras la decepción del Mundial. Ahora, en este nuevo período de partidos internacionales, España se probó el jueves pasado en un amistoso en Gales y, pese a que aprovechó la cita para efectuar muchas rotaciones, algunas obligadas por las lesiones, el combinado volvió a dar una grata impresión (1-4).

En Sevilla, y tras el 0-0 con el que concluyó el viernes el otro partido del grupo, Croacia-Inglaterra, a España le vale el empate para estar virtualmente clasificada aunque todo sería matemático para ser primera con la victoria. Todo apunta a que Luis Enrique vuelve a efectuar muchos cambios y a que los más fijos retornen al once, casos del madridista Nacho Fernández, el jugador del Chelsea inglés Marcos Alonso o el barcelonista Sergio Busquets, quienes descansaron en Cardiff.

Se plantean dudas sobre la posibilidad de que el delantero Paco Alcácer, en racha con el gol en la selección -doblete ante Gales- y en el Borussia Dortmund, siga como titular. También es posible que Luis Enrique le dé el gusto a Marc Bartra de jugar en su estadio ante la mayoritaria presencia de béticos, y más después de que aprovechara perfectamente la segunda parte que disputó ante Gales, con tanto incluido.

Ahora, Gareth Southgate y los suyos llegan a Sevilla con muchas bajas, dudas y la necesidad de sumar para no descender a la Segunda División de la Liga de Naciones.

En un intento de revolucionar el equipo que llegó a semifinales del Mundial de Rusia y acabó firmando un notable cuarto puesto, el técnico inglés probó en el empate a cero contra Croacia un nuevo sistema de juego que rompe con el esquema de los tres centrales y los dos carrileros recurrente hasta ahora. En suelo croata, Southgate utilizó un 4-3-3 clásico, marcado por la plaga de bajas que afecta a Inglaterra y que se acrecentó tras el paso por el vacío estadio de Rijeka.

En la sequía goleadora ante Croacia, Jordan Henderson, centrocampista del Liverpoool, y John Stones, central del Manchester City, vieron su segunda amarilla de la competición y no podrán estar ante España. Estas dos ausencias obligan a Southgate a volver a romperse la cabeza para idear un once de garantías. Sin lateral izquierdo por las lesiones de Rose y Shaw, en Croacia dio la alternativa al joven del Leicester City Ben Chilwell, quien debutó con la camiseta inglesa.

Joe Gomez, del Liverpool, sería el acompañante de Maguire en la pareja de centrales y sin Henderson en el medio, Winks, junto a Dier y Barkley, es la opción más clara ante un equipo que no cuenta con jugadores del nivel de Dele Alli, Delph y Lingard, todos lesionados.