Bryan Acosta se convirtió ayer en el primer jugador con dos goles anotados en la plantilla del Tenerife. Se estrenó en el 2-2 con el Deportivo y ayer repitió, con un remate de cabeza, para evitar la derrota blanquiazul en Zaragoza.

El hondureño golpeó el balón con "toda la fe" que impulsó al equipo tinerfeño para pelear hasta el final en busca del empate. "Gracias a Dios, se nos dio el gol", comentó el centrocampista antes de revelar algunos detalles previos al tanto. "En el transcurso de la preparación de la falta, Joao se cruzaba conmigo y me decía que íbamos a marcar, y le dije que sí; y cuando vi venir el balón, pensé que era ahora o nunca, y me salió un gran cabezazo", contó Acosta.

"Sabíamos que muchos daban por perdido este partido, pero seguimos con la fe de poder empatar y fuimos a por la última pelota para intentar el empate", continuó en la sala de prensa de La Romareda. "Logramos un punto que suma, pero que no nos saca de la zona en la que no queremos estar", dijo Bryan, convencido de que es un resultado que tendrá su efecto en la autoestima del grupo. "Anímicamente, el equipo va a subir".

En cuanto a otros detalles del encuentro, prefirió no poner excusas por el penalti que pitó De la Fuente Ramos. "No sé si está bien señalar esa falta en el área pequeña, pero parece que la vio clara y no hay que justificar ni juzgar nada, sino seguir adelante".

Acosta opinó que el 1-1 fue un desenlace "justo" y destacó que el Tenerife "dominó" todo el primer tiempo, fase en la que Suso contó con una ocasión "muy clara" para marcar. "El Tenerife está jugando bien y está generando ocasiones, pero no las estamos aprovechando. Hay que seguir trabajando y hacer lo que nos pide el míster para poder conseguir más goles", finalizó el hondureño.