La Asociación de Comités Olímpicos Nacionales (ACNO) mostró hoy división de opiniones sobre la continuidad del kuwaití Ahmad al Fahad al Sabah como presidente, después de que su renuncia por un escándalo de falsificación de pruebas desatara una crisis de liderazgo en el organismo.

La XXIII asamblea general de la ACNO comenzó hoy en Tokio con la elección de la nueva cúpula directiva del organismo como punto más destacado del día, pero la compleja situación desencadenada por la renuncia del jeque kuwaití ha generado una situación inédita y ha sido objeto de un prolongado debate.

Al Sabah había anunciado su renuncia y su retirada provisional como candidato a la reelección, pero se trataba del único aspirante al puesto, lo que dejaba como opciones a la asamblea nombrar a un presidente en funciones y convocar nuevas elecciones en otras fechas.

Los representantes nacionales expresaron diversidad de opiniones sobre la situación de Al Sabah durante sus intervenciones. Entre ellos hubo partidarios de su salida del cargo, defensores de su continuidad hasta que se resuelva su situación jurídica, u otros que destacaron su aportación al organismo y argumentaron que su situación jurídica es "un asunto familiar" o "personal".

El uruguayo Julio César Maglione, vicepresidente de la ACNO, destacó al término de más de una hora de debate el "apoyo mayoritario de los comités nacionales" a la continuidad de Al Sabah por su "muy importante labor" al frente del organismo, y también defendió posponer la elección y votar una resolución en la que se exprese "el apoyo de todos los comités del mundo".

"Se trata de situación sin precedentes y muy compleja", explicó por su parte el presidente de la comisión electoral de la asamblea, Kevan Gosper.

"Respetamos la decisión tomada por Al-Sabah, no podemos obligarle a ocupar el puesto", señaló Gosper en su intervención.

La renuncia del kuwaití llegó forzada por la Comisión de Ética del COI, organismo al que Al Sabah pertenece desde 1992 pero en que el también ha abandonado sus responsabilidades, mientras la justicia suiza resuelve los cargos contra él por falsificación de pruebas.

Al Sabah, por su parte, dijo que confía "en los procedimientos ante los tribunales en Suiza" y que por esa razón " se retira durante cierto tiempo", en su intervención en la asamblea.

"Confío plenamente en que volveremos a vernos muy pronto", dijo Al Sabah, quien dirigía la asociación desde 2012 "gracias a ustedes", declaró ante los presentes, a quienes le agradeció su apoyo.

El jeque, que ha tomado la decisión de congelar sus actividades a frente del organismo mientras dura el proceso judicial, señaló que "poco importa que sea ahora o más tarde (su reelección) si la gente está satisfecha" con su gestión, una satisfacción que dijo notar en el apoyo recibido, que para él supone su "medalla de oro" personal.

Al Sabah y otras cuatro personas están acusadas por la fiscalía suiza de crear unos vídeos falsos que incriminaban a dos funcionarios del gobierno kuwaití en un supuesto golpe de estado.

El COI considera, sin faltar a la presunción de inocencia, que las acusaciones son "muy graves" y dañan la imagen del organismo.

La asamblea decidió tomarse un receso para continuar deliberando sobre si se retrasarán las elecciones o se resuelve la situación la situación hoy mismo.