Con tan solo unos meses de diferencia, José Mourinho y Pep Guardiola, predestinados a entenderse, o, al menos, a juntarse, volvieron a cruzar sus caminos en la fría Manchester y dos años y medio después, es el portugués el que vuelve a abandonar a Guardiola, sin haberle conseguido superar.

El español se unió al Manchester City, militando aún en el Bayern de Múnich, de cara a la temporada 2016/2017. Corría el mes de febrero y Guardiola anunció su intención de dejar Alemania y trasladarse a Manchester, ciudad que recibió, unos meses después, la noticia del desembarco de Mourinho como sustituto de Louis Van Gaal en Old Trafford.

Las dos fuerzas más contrapuestas y atractivas de los últimos años en el panorama estratégico del fútbol volvían a unirse. Esta vez no hacía falta puente aéreo para que ambos colisionasen. Los iban a distanciar los más de siete kilómetros entre Old Trafford y el Ciudad de Manchester, ahora conocido como Etihad Stadium.

Mourinho y Guardiola confluían en una misma ciudad tres años después de que el portugués abandonase Madrid y cercenase tres temporadas que erizaron el fútbol español y convirtieron la rivalidad Madrid-Barcelona en una lucha sin cuartel que se libraba desde el terreno de juego hasta la sala de prensa.

Los cruces incendiarios, las salidas de tono, las encarnizadas batallas en el césped y los continuos reproches desde ambos bandos sirvieron de inspiración para una confrontación que se convirtió en historia del fútbol.

Dos estilos contrapuestos, la posesión y el toque de Guardiola y la sobriedad defensiva y el contraataque de Mou, se dieron un ''hasta luego'' el día que Florentino Pérez, presidente del Real Madrid, anunció que el luso ya no era el entrenador del equipo blanco.

Ambos se oxigenaron y dieron paso a diferentes etapas. Guardiola abandonó Barcelona y se estableció en Múnich, donde no repitió los éxitos que logró como azulgrana. Mourinho volvió a su casa de Stamford Bridge y al tercer año, y una Premier League después, fue despedido.

Ambos buscaron su nuevo reto en Manchester. Mourinho al amparo del legado del United y Guardiola al de los millones del City.

Dos años y medio después del inicio de la nueva etapa de sus vidas, el mayor beneficiado parece ser el español, actual campeón de la Premier League y candidato a iniciar una dinastía con ''los ruidosos vecinos''.

Antes del inicio de la temporada 2016/2017, Guardiola dominaba a Mourinho con un balance de siete victorias, seis empates y tres derrotas y la tendencia no cambió en Manchester.

En su primer enfrentamiento, Guardiola golpeó primero y se llevó el derbi en Old Trafford por 1-2. Mourinho se cobró la venganza eliminando a los ''Celestes'' en la Copa de la Liga con un gol de Juan Mata, aunque en la vuelta del choque liguero, un empate a cero frenó las aspiraciones de ''Champions'' del United.

La temporada siguiente, Guardiola volvió a llevarse el duelo en Old Trafford por 1-2, en el camino a su primer título de la Premier con los ''Citizens''. Mourinho, que acabaría segundo, logró su victoria particular al vencer 2-3 en la vuelta en el Etihad, en un encuentro que sirvió para retrasar el la celebración del título del City.

El último ejemplo se produjo el pasado mes de noviembre, cuando el City certificó su hegemonía sobre el United con un 3-1 que dejó claras las aspiraciones de unos y otros.

A diferencia de la época Real Madrid-Barcelona, la rivalidad en Manchester no ha alcanzado las cotas de morbo del pasado y en la relación ha reinado la cordialidad y las buenas maneras.

Como sí ocurrió entonces, Mourinho se marcha antes de tiempo y deja la sensación de que si en estas rupturas hay algún ganador, ese ha sido Guardiola.