El Real Madrid inicia el camino hacia su tercera corona mundial consecutiva, siendo el único equipo que reeditó titulo en el Mundial de Clubes, sintiendo la obligación de cerrar con un título el 2018 y recordando el sufrimiento del pasado ante su primer rival, el Kashima Antlers japonés.

Será la primera opción de conquistar un título para Santiago Solari, que llega con varias dudas. La primera, el estado de Bale, que tuvo un papel decisivo en los últimos éxitos madridistas en la competición y desea ejercer de líder en un momento señalado. Arrastra molestias en el tobillo derecho y, tras descansar ante el Rayo, decidirá si fuerza o se reserva para una hipotética final. Más opciones tiene Benzema, que ha dado un paso al frente en el aspecto goleador. Sus molestias en el tobillo izquierdo han remitido y será el 9 titular.

La portería parece cerrada a reconocimientos personales. Todo apunta a que será Courtois el elegido. La defensa será la de gala, con Marcelo obligado a mejorar su rendimiento. El mando lo seguirá llevando Marcos Llorente a la espera de la reaparición de Casemiro, que ya podría tener minutos recuperado de su lesión. Y en función del estado de Bale, Solari tomará una decisión en la banda izquierda donde también tiene tocado muscularmente a Marco Asensio.

Dos años después se reencuentran Real Madrid y Kashima, con el recuerdo de un partido repleto de sufrimiento que tuvo que solventar el conjunto español en la prórroga gracias a un triplete de Cristiano. En Yokohama (2016), un doblete de Shibasaki remontó la final y puso al borde del sonrojo al equipo que dirigía Zidane.