Temperaturas que rozan los cero grados, un metro de nieve, suelos helados y vientos gélidos. Imágenes típicas del invierno en gran parte del viejo continente europeo, como la de los cristales empañados de nuestros coches. Estos son algunos de los consejos a tener en cuenta para ganar en confort y seguridad cuando circulamos en época de bajas temperaturas.

Cómo acabar con el vaho. El contraste entre la baja temperatura exterior y una más alta dentro del vehículo provoca que se empañen los cristales. "Cuando nos encontramos en esta situación, debemos subir la temperatura del aire acondicionado al máximo y orientar los difusores hacia la luna y los cristales", explica María García, ingeniera del Departamento de Desarrollo y Aerodinámica de SEAT. Sistemas como el Defrost Max, que incorporan modelos como el SEAT Ateca, permiten acelerar este proceso.

¿Abrigado al volante? Guantes, chaquetas y bufandas suelen dificultar nuestra libertad de movimientos y, con ello, comprometer la seguridad. "Los guantes son recomendables tan solo en casos excepcionales cuando las bajas temperaturas disminuyen la sensibilidad de las manos al volante", matiza la citada experta.

Asientos calefactables para aclimatarnos. Son la solución para entrar en calor en el menor tiempo posible. Este sistema proporciona calidez de forma uniforme en tan sólo tres minutos. "Debemos activarlos justo al subir al coche y regular su uso según nos vamos aclimatando, evitando utilizarlos de forma prolongada a alta temperatura", aconseja García.

La temperatura ideal para viajar. Son 21,5 grados centígrados y se le llama "temperatura de confort". La opción "auto" de climatización sirve precisamente para regular de forma automática la temperatura de nuestro vehículo. "Activándola se logra un reparto homogéneo: la mitad del aire caliente sale por los pies a unos 40 grados centígrados y se enfría cuando llega a la cabeza para que nos mantengamos más despejados al volante", explica la ingeniera. De hecho, conducir con calor extremo en la parte superior del cuerpo puede provocar somnolencia: "Circular a 35 grados centígrados es similar a hacerlo con una tasa de alcoholemia de 0,5 gramos por litro", advierte María.

Calor sin costes adicionales. La calefacción no consume carburante ni agua extra. La explicación es que "el agua caliente del motor se usa para la climatización y vuelve al motor a una temperatura caliente, pero mucho más baja de lo que salió, por lo que en realidad se podría considerar que ayuda al radiador del motor", concluye.

Con un aspecto más dinámico sin olvidar sus raíces

El nuevo 911 Cabriolet tiene un aspecto más ancho y más musculoso que el de su predecesor. Los pasos de rueda son más anchos para alojar a las llantas de 20 pulgadas del tren delantero y a las de 21 del tren trasero. Las versiones de tracción trasera disponen actualmente de la misma anchura de carrocería que las de los modelos actuales de tracción integral. El eje posterior es 44 milímetros más largo. El frontal, 45 milímetros más ancho. Recupera una característica de las primeras generaciones del 911: un capó que se alarga hasta el final y con una parte rebajada delante del parabrisas. Ambos elementos hacen que la parte frontal del vehículo sea más larga y le confieren un aspecto más dinámico. La trasera de todos los modelos está dominada por un "spoiler" bastante más ancho y con distintas posiciones de ajuste, así como por la elegante tira continua de luz. Con la excepción de las secciones delantera y trasera, todos los paneles exteriores están hechos de aluminio. Ya se pueden realizar pedidos de los nuevos modelos que se empezarán a entregar en el mes de marzo. Los precios finales en España son de 154.395 euros para el 911 Carrera S Cabriolet, y de 163.355 euros para el 911 Carrera 4S Cabriolet.