El Iberostar Tenerife, como estaba previsto, sacó adelante el compromiso de ayer ante el BK Opava, un duelo que le sirvió a Txus Vidorreta para que la segunda unidad del equipo pudiera tener minutos y así coger confianza de cara a próximos partidos.

No hizo falta que el técnico sacara su "artillería" pesada para ganar el encuentro y aprovechó para que Javi Beirán, Colton Iverson, Tim Abromaitis y Rodrigo San Miguel no tuvieran minutos de juego. Los tres primeros ni se equiparon, mientras que el base aragonés sí estuvo entre los doce pero no llegó a saltar a la cancha.

Pero ni esas ausencias hicieron que el encuentro fuera igualado y desde los primeros instantes el equipo canarista controló el encuentro a base de controlar el rebote y estar acertado en los lanzamientos de tres puntos.

Ya en el primer cuarto el marcador empezó a dispararse y a dos minutos del primer parón el electrónico reflejaba un claro 23-8 y de esa ventaja ya todo fue a más sin grandes esfuerzos defensivos, pero sí llevando la iniciativa en ataque, principalmente con Gillet en los lanzamientos exteriores y Saiz y Petit en el juego interior.

El BK Opava, sin recursos ofensivos y con una defensa sin convicción, probó, en el segundo cuarto, con una zona, pero no fue suficiente para dar un giro en su juego o en el del rival.

Ya con el marcador muy a favor, Vidorreta pudo dar oportunidad a los jugadores vinculados que ayer convocó. Samu Rodríguez y Bonde aprovecharon sus minutos en la cancha, lo mismo que Cabrera en el tiempo que estuvo dirigiendo a sus compañeros ya en el último cuarto.

Tras el descanso la dinámica del partido siguió siendo la mima y pese a que Vidorreta buscaba que su equipo subiera el nivel defensivo, lo cierto que ayer no era un día propicio para eso y sí para que los jugadores tuvieran una jornada para poder destacar en el juego.

Así fue, por ejemplo, con Gillet, que dio muestra de su calidad y aportó puntos desde fuera.

Al final 97-38 para los tinerfeños, la máxima ventaja que han logrado en esta competición europea y quizás en un partido importante ante la cita del próximo fin de semana contra el Barça Lassa, líder de la Liga ACB.

Pero lo destacado de la jornada de ayer es que ya solo queda una jornada de esta descafeinada fase previa de la Basketball Champions League y ya esperando, como agua de mayo, esos buenos encuentros europeos que podrían llegar a partir de octavos de final.

Antes, la próxima semana, el último encuentro ante el PAOK Salónica en Grecia.