Bajo el eslogan "Una Copa del Mundo inolvidable" el Salón Noble del Cabildo Insular de Tenerife fue testigo del balance que se llevó a cabo con respecto a la repercusión económica y social que tuvo la Copa del Mundo femenina de baloncesto que acogió Tenerife del 22 al 30 de septiembre del pretérito año. Más que satisfactorio para cada una de las partes -Federación Española de Baloncesto (FEB) y administraciones públicas-, ya que supuso un impacto de 23,8 millones de euros.

De la importante cantidad que se dio a conocer -23,8 millones de euros-, 15 millones fueron de impacto global directo e indirecto. El gasto en hoteles fue de 3,7 millones, mientras que el sector de la restauración alcanzó los 2,4 millones. Además, en transportes, culturas y otras industrias se alcanzaron los 2,7 millones.

El resumen que esbozó el presidente de la FEB, Jorge Garbajosa, acompañado por las autoridades competentes, estuvo encabezado por el agradecimiento a las administraciones públicas, a la figura de Manolo Gómez y a una Isla donde se siente "como en casa", aseguró el dirigente.

Uno de los aspectos que pusieron a Tenerife en el escaparate mundial fue la difusión. Los estudios realizados arrojaron que un total de 485 millones de personas siguieron la cita. Las 1.176 horas de partido se retransmitieron por televisión a través de 65 canales que llegaron a 129 mercados, para una audiencia acumulada de 88,75 millones de espectadores -un 221% más que el Mundial de Turquía 2014-, siendo el China-Australia el choque con mayor número de telespectadores; un total de 35 millones.

En lo que respecta a la ocupación de los pabellones, se cifró en un 85% y 93% en los choques de la selección española y un 48% en el resto, lo que supuso un éxito rotundo y sin precedentes.

El máximo responsable de la FEB, Jorge Garbajosa, mostró su satisfacción con lo que fue "el mejor Mundial de la historia. Las cifras impresionan; los 500 millones que, de alguna u otra manera, lo han visto, es espectacular", dijo a EL DÍA

"Superó nuestras expectativas. Una cosa es que digamos que ha sido la mejor Copa del Mundo de la historia, otra cosa es verlo negro sobre blanco; no son sensaciones, son hechos. El riesgo de no alcanzar el propósito estaba ahí, pero cuando eres ambicioso y trabajas en equipo, llegas a estas cotas", reconoció Garbajosa.

Por otra parte, señaló el España-Turquía como "una oportunidad de agradecerle a la afición tinerfeña su amor al baloncesto y a la Selección".