El 9 de marzo de 2018, Joseba Etxeberria ordenó la entrada de Aitor Sanz al terreno de juego del Heliodoro Rodríguez López. Quedaban unos 25 minutos para el final del partido Tenerife-Oviedo, de la trigésima jornada de la Liga 2017/18, y el resultado era de 2-1. El técnico optó por el centrocampista madrileño para enfriar el intento de remontada del conjunto asturiano. La apuesta le salió bien y el desenlace fue de 3-1. Aitor relevó a Suso y permaneció en el campo el tiempo restante.

Seguramente, al encaminarse luego a los vestuarios no pensó que iba a estar sin competir lo que quedaba de campaña. Tampoco imaginaría que se iba a perder toda la pretemporada; y mucho menos que iba a cumplir un año sin jugar.

Hoy es la fecha de ese primer aniversario de Sanz sin minutos en la competición, situación que se mantendrá, al menos, hasta el inicio de la siguiente Liga, ya que, tras la intervención quirúrgica que le realizaron el 25 de febrero para tratar de eliminarle una tendinosis aquílea, se anunció que estará de baja el resto del curso.

Se trata de una situación radicalmente opuesta a la que había acompañado a Aitor durante su carrera. De hecho, desde su debut en Segunda División B en la temporada 2003/04, teniendo 19 años de edad y vistiendo el uniforme el San Sebastián de los Reyes (luego pasó por el Zamora, Real Unión y Oviedo antes de llegar al Tenerife en 2013), nunca permaneció más de siete partidos seguidos sin jugar. Tuvo ese récord negativo de siete jornadas seguidas de baja en el tramo final de la Liga 2010/11, la de su estreno en el Oviedo, por una lesión en la rodilla derecha. Ese inconveniente le impidió pasar de los 29 partidos disputados (en todas las competiciones), dos más que en el ejercicio 2008/09, estando en el Real Unión. Esos 27 encuentros representan la peor marca de un futbolista acostumbrado a pasar de las 30 actuaciones por campaña. De hecho, en el Tenerife empezó con 34 en la Liga 13/14, para continuar con 37, 39, 43 y 32 en cada ejercicio, sin contar el presente. El descenso de su protagonismo -de 43 a 32 partidos- coincidió con la influencia de las molestias que empezó a notar por una tendinosis de la que no ha se recuperado. En el citado partido Tenerife-Oviedo se paró el contador de minutos de juego para Aitor Sanz, quien, después de seguir varios tratamientos sin el éxito esperado, pasó por el quirófano de la Unidad de Cirugía Artroscópica de Vitoria para que le realizaran una limpieza y le implantaran células madre en el tendón de Aquiles.

Tras 200 partidos jugados en Segunda División, principalmente con el Tenerife pero también con el Real Unión, 284 en Segunda B y 19 en la Copa del Rey, Aitor no se rinde, animado además por el vínculo de un año de contrato que le queda con el club blanquiazul. Ayer, José Luis Oltra tuvo palabras para él. "Es un profesional íntegro e increíble y un chico muy positivo. Es una lástima que no hayamos podido contar con su participación. Está fastidiado por no haber podido sumar, pero ya está pensando en su recuperación y en estar pronto con el grupo". Aitor no ha dejado de ser uno más.