El Iberostar Tenerife se medirá mañana (19:30 horas) en el Santiago Martín al Promitheas Patras en el encuentro de vuelta de los octavos de final. El cuadro canarista se ve obligado a ganar, al menos, por 13 puntos para seguir avanzando en la Basketball Champions League. Desde la directiva del CB 1939 Canarias se espera la respuesta de la afición; sobre todo de los 3.991 abonados. Cada uno de ellos, en caso de no poder acudir al vital cruce, puede liberar su butaca en pos de un ambiente que debe ser infernal para el conjunto heleno.

El Promitheas Patras tuvo su día el pasado miércoles y maniató a base de acierto exterior al Iberostar Tenerife. La renta de doce puntos a voltear, supuso un mal menor viendo el transcurso del duelo de ida -el equipo griego llegó a ir ganando por 17 puntos-. El roster del Dimitris Tofalos, comandado por un Meier que afligió a los tinerfeños con 22 puntos-, brilló en la puesta en escena.

El encuentro de mañana en el Santiago Martín supone uno de los mayores retos del curso para el Iberostar Tenerife, así lo han expresado los diferentes protagonistas en las últimas comparecencias ante los medios de comunicación. La derrota ante el Herbalife Gran Canaria fue un mal menor para el club, tal y como expresó Txus Vidorreta en la previa del choque: "quedan doce partidos más". El de mañana es un "tie-break", una "muerte súbita", según dijo el técnico bilbaíno. Sabe que remontar doce puntos es "complicado", es más, los canaristas rozarían la épica en levantar un déficit que nunca antes se ha doblegado en BCL.

Desde la creación de la competición FIBA (2016), nunca ha habido una remontada del calibre de la que pretende el conjunto aurinegro. En la fase eliminatoria del torneo continental -teniendo en cuenta octavos y cuartos de final- han tenido lugar nueve eliminatorias con remontada.

La primera edición de la BCL contó con cuatro choques donde los locales, en el encuentro de vuelta, revirtieron un marcador adverso; dos de ellos en cuartos de final (Umana Reyer Venezia y MHP Riesen Ludwigsburg) y otros tantos en octavos. En la mentada eliminatoria, el Iberostar Tenerife se sobrepuso (80-54), en el Santiago Martín, a un PAOK que llegaba de Salónica con un resultado favorable (66-63).

En los octavos de final de la pretérita campaña, en cuatro de los ocho cruces el equipo que salió derrotado de la ida pasó a cuartos de final. El UCAM Murcia profanó el recinto de Los Majuelos para levantar una desventaja de cinco puntos (71-66). El plantel universitario jugó con la ansiedad aurinegra, que venía supeditada por la falta de acierto en el tiro, y acabó ganando con comodidad (72-83). A esa remontada hay que sumarle la del Pinar de Karsiyaka sobre el PAOK, levantando un -6; la del Strasbourg ante el Neptunas, sobreponiéndose a cinco puntos que tenía en contra; y la que más se asemeja a la proeza que debe de darse mañana en La Hamburgesa: el ateniense AEK se desquitó del Nymburk remontando 10 créditos (98-88 en la ida y 82-93 en la vuelta).

El mentado precedente que ostenta el AEK, bien lo firmaría el Iberostar Tenerife; los helenos se plantaron en la anhelada Final Four y acabaron sucediendo a los aurinegros en el campeonato. Mañana, a los muchos récords que ostenta el campeón de la Champions 2016/17, tiene que unírsele la mayor remontada en un partido de los playoffs.

Los últimos cuatro encuentros del Iberostar Tenerife se han resuelto con derrota. Uno de los condicionantes que han llevado a sendos reveses ha sido la pérdida de fiabilidad defensiva; el conjunto canarista ha promediado 88 puntos en contra -11 más que en el resto de la temporada-.

Desde que el conjunto aurinegro sucumbió en las semifinales de Copa del Rey ante el Barcelona (92-86), no ha conseguido desempeñar su estilo en propia cancha. Dos semanas después de quedar apeados del Torneo del K.O., claudicaron tras una prórroga en Zaragoza ante el Tecnyconta. Los cinco minutos adicionales desencadenaron en un abultado tanteador (102-93). Ante el Promitheas se redujeron los guarismos en contra, no obstante, también se perdió (69-57). Mientras, en el derbi del pasado domingo, el Gran Canaria le hizo 90 puntos (86-90) al equipo de Txus Vidorreta.

Si no en cuanto a signos -victorias y derrotas-, el Canarias atraviesa un momento delicado en lo que respecta a un estilo de equilibrio defensivo que le ha llevado a codearse entre los mejores e, incluso, derrotar a los gigantes de la competición. La media de 88 puntos que ha encajado en las últimas contiendas oficiales, no conoce precedente en las últimas tres campañas. Desde que inició su periplo en la BCL -2016/17-, nunca había encadenado cuatro reveses y, mucho menos, cuatro partidos en los que le hicieran tantos puntos. El dato que más se le acerca emana de las jornadas 26,27,28 y 29 de la pasada ACB; donde, con Katsikaris, promedió los 85 puntos encajados. Toca defender.