El Iberostar Tenerife sumó su quinta derrota consecutiva en la Liga ACB y empieza a encenderse la luz de alarma en el equipo aurinegro que esta jornada podría salir de la zona de playoff o, por lo pronto, permite a los rivales ponerse a tiro.

Ayer no encontró el momento para poder superar al Delteco GBC debido a su falta de intensidad defensiva, agilidad en ataque y, sobre todo, de confianza. El Iberostar Tenerife está a años luz de su rival de ayer, pero el equipo de Sergio Valdeolmillos se aprovechó de los numerosos errores locales para ganar.

Quizás después del partido Txus Vidorreta se esté preguntando si se equivocó dejando fuera a Nico Brussino, un jugador exterior que podría haber tenido más suerte en los lanzamientos.

Ayer no hubo plan B o por lo menos Vidorreta no lo mencionó en la rueda de prensa posterior. El equipo, viendo que no se acertaba desde dentro, no utilizó a sus interiores para poder atacar por ahí a la defensa rival.

Quizás se confió en que como el dominio en los tres primeros cuartos fue del Iberostar Tenerife, que en algún momento empezaría a anotar desde fuera.

No fue así y desde el principio del partido quedó claro que no había acierto exterior, tanto fue así que el primer triple de los insulares sería en el minuto 9 de partido y a manos de Abromaitis.

Mínimas ventajas a favor del Iberostar Tenerife que no lograba romper el choque. Los visitantes se esforzaron en defensa porque tenían claro lo que se jugaban y supieron mantenerse en el choque, hasta el punto que la máxima diferencia de los tinerfeños en todo el encuentro fue de cuatro puntos en el segundo cuarto (24-20).

El técnico del Iberostar Tenerife miraba hacia el banquillo en busca de alguna solución y quizás la segunda unidad tuvo, en ocasiones, mayor empeño en el campo. Gillet, al menos, fue el que abrió antes del descanso, la defensa rival para anotar, tanto desde fuera como buscando el ataque vertical hacia canasta.

La falta de confianza del equipo insular se dejó notar aún más en el tercer cuarto. No había agilidad en ataque y eso al final afectaba a la hora de encarar la canasta. Solo cuando el Delteco GBC se ponía por delante el Iberostar Tenerife enseñaba su carácter, pero solo para volver a ponerse por delante.

Fue en ese tercer cuarto cuando el equipo guipuzcoano avisó de sus intenciones. Burjadanze y Sekulic lideraban a su equipo para tomar una ventaja de seis puntos (38-44), la máxima hasta el momento y sería en el último tramo cuando daría la puntilla.

La entrada de Alberto Corbacho fue clave. El jugador balear anotó siete puntos consecutivos que llevó la diferencia a los siete (44-51), un margen que el Delteco supo mantener hasta el final del choque pese a que los tinerfeños lo intentaron, pero sin éxito.

Derrota que duele y mucho y ahora tres partidos que se les exigirán lo máximo, tanto en sus dos enfrentamientos contra el Hapoel como ante el Real Madrid el próximo domingo.