El presidente de la Federación Nacional de Trabajadores Autónomos (ATA), Lorenzo Amor, exigió hoy al Gobierno "que pase a la acción y no dé la espalda" a este colectivo, ya que está "al borde del precipicio" y a final de año 150.000 empresas pueden haber cerrado.

Amor hizo esta demanda en una rueda de prensa con motivo de la firma de un convenio para integrar a diferentes colectivos empresariales en la Federación Nacional de Trabajadores Autónomos (ATA), así como con el Colegio de Graduados Sociales de dicha provincia.

El dirigente de ATA recordó que en todo el Estado son 30.000 los autónomos que han cesado su actividad en el primer mes de 2009 y advirtió de que, si el sector continúa sin medidas eficaces que impulsen su actividad, a finales de año se habrán perdido 150.000 empresas en el país.

ATA está dispuesta "a arrimar el hombro ante el chaparrón que está cayendo", pero para ello confía en que "también tomen ejemplo quienes dirigen el barco, los políticos", afirmó.

En su opinión, si se quiere sembrar confianza hay que hacerlo con realismo "y no vendiendo la moto ni creando falsas expectativas", señaló Amor en alusión a la propuesta del Gobierno de que los autónomos acudan al Instituto de Crédito Oficial (ICO) para buscar financiación.

"Esto es mentira", aseguró Lorenzo Amor, quien dijo que los autónomos acuden "en peregrinación" a los bancos para obtener "un no por respuesta" y como ejemplo precisó que en España este colectivo lo forman unas 3.300.000 personas y sólo les han concedido 1.100 préstamos.

También discrepó de que el Gobierno asegure que la situación va a mejorar en abril "porque todos sabemos que no es verdad" y pidió "alguien que hable desde la realidad y tome medidas para que este país funcione y no dé la espalda al 90 por ciento del tejido productivo español, que son los autónomos".

"Estamos en una situación límite y ocho de cada diez autónomos tienen problemas de financiación", subrayó el presidente nacional de ATA, quien opinó que para salvar la crisis hay que crear estímulos fiscales "y que los bancos y el Gobierno asuman su responsabilidad".

El problema en España es que las medidas "se toman con el pie cambiado" y, a pesar de que hay servicios que generan empleo, como los sociales o incluso los cuidados veterinarios, hay "500.000 trabajadores autónomos que no están contratando por la incertidumbre".

Reclamó además que se haga llegar "liquidez" a las empresas por medio del ICO o vías alternativas de financiación, como la creación de un banco público o con el soporte de un instituto de finanzas comunitario "para fomentar la actividad frente a la inactividad".