El secretario de Estado de Seguridad Social, Octavio Granado, insistió ayer en la necesidad de que la mayoría de las jubilaciones se produzcan en torno a los 65 años para asegurar la "sostenibilidad" del sistema, aunque reconoció que hay un "cierto margen" porque también se puede compensar el adelanto en algunos casos con la incentivación de los que voluntariamente estén en disposición de trabajar más allá de la edad legal. Aunque reconoció como "lógico" que quienes ahora tienen más de 55 ó 60 años y han trabajado a edades tempranas, desde los catorce o dieciséis, quieran jubilarse, ha explicado que el mantenimiento del sistema obliga a realizar "equilibrios", teniendo en cuenta que una generación paga a la anterior.

La Seguridad Social obtuvo un superávit de 10.172,06 millones de euros en los cuatro primeros meses de 2009, cifra inferior en un 20,9% a la del mismo periodo de 2008, cuando ascendió a 12.855,3 millones, según datos del Ministerio de Trabajo e Inmigración. No obstante, la caída del superávit hasta abril se ha moderado con respecto al descenso que se experimentó en marzo y para finales de año se prevé contar con un superávit cercano al 0,4% o el 0,5% del Producto Interior Bruto (PIB).