"No podemos prescindir de la refinería ni de la central de Las Caletillas, a corto plazo, por lo que representan como reserva estratégica de Canarias".
Así lo aseguró con convicción el consejero de Empleo, Industria y Comercio del Gobierno canario, Jorge Rodríguez, en su intervención en el ciclo de conferencias que viene desarrollando la Real Sociedad Económica de Amigos del País de Tenerife para analizar el impacto de la crisis económica mundial en las distintas actividades productivas de las Islas.
En la nota resumen de las últimas ponencias que la Económica remitió ayer a este periódico, se indica que Rodríguez se mostró convencido de que para avanzar en el desarrollo de la estrategia industrial canaria, a corto plazo, son necesarias tanto la refinería como la central de Las Caletillas. Y opinó que "prescindir" de estas partes de la "reserva estratégica de Canarias" en la actual coyuntura económica
"acarrearía gravísimos problemas económicos y sociales".
Hechas estas precisiones, Rodríguez insistió en la necesidad de diversificar cuanto antes nuestras fuentes energéticas, crear nuevas centrales y líneas de transporte que aseguren menos dependencia económica del exterior.
En este mismo foro de debate el ex presidente del Gobierno autónomo Adán Martín subrayó que la estrategia de Canarias como Archipiélago Atlántico se basa en su cohesión interna como espacio único y su proyección exterior como plataforma tricontinental, por lo que es imprescindible "finalizar las obras e infraestructuras más importantes, que están planificadas hace años".
Tareas inmediatas
La tarea inmediata, en su opinión, es "poner en práctica lo que nos propone la Unión Europea desde hace tiempo: un marco donde se refuerce las conexiones del Archipiélago, la competitividad del tejido económico para atraer inversiones, así como la ampliación de nuestro mercado natural de influencias a los mercados más próximos".
Por su parte, José Ramón Villalba González, presidente provincial de la Asociación Industrial de Canarias (Asinca), recordó que los excesivos costes en los transportes, la carencia de recursos productivos, así como la reducida dimensión del mercado canario y su fragmentación geográfica son los principales factores que limitan las actividad industrial en el Archipiélago.